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Homenajes en Moscú y París al compositor Antonio Soler

Fue uno de los grandes músicos del siglo XVIII español

El compositor español del siglo XVIII Antonio Soler ha sido homenajeado en Moscú y en París con motivo de celebrarse, a principios de este mes, el 250 aniversario del nacimiento del músico. En la capital soviética, la conmemoración se efectuó en la sala de conciertos de la Escuela Musical, junto al conservatorio Tschaikowsky, en París. El acto fue organizado por la embajada de España.

Al inaugurar el acto, la directora de la Escuela Musical de Moscú, Larisa Artynova, señaló el favorable desarrollo de contactos entre los músicos soviéticos y españoles. El secretario de la asociación URSS-España, Evgueny Turmachiov, habló de la aportación notable que hacen los profesores y los estudiantes de la mencionada escuela a la divulgación de la música española, tanto clásica como moderna. Esta sala de conciertos, en efecto, ha sido escenario en el pasado de otros homenajes a músicos como Manuel de Falla y Fernando Sor, y en la escuela sonaron por primera vez en la Unión Soviética composiciones de Albéniz, Blanco, Rodrigo, Halffter, etcétera.Sobre la obra del padre Antonio Soler habló, en el acto conmemorativo de su 250 aniversario, el famoso musicólogo soviético Mirón Weisborg, autor de varios libros sobre música española. En el concierto que siguió a la conferencia fueron interpretadas sonatas de Soler, así como fragmentos de los quintetos número cuatro y número seis para instrumentos de cuerda y clave.

La más atractiva faceta de Soler como compositor es la que dedicó a las sonatas para clave, en las que se dedicó a crear un estilo nacional, basado en su profundo conocimiento del folklore español.

Homenaje en París

Por otra parte, el servicio cultural de la embajada española en Francia ha conmemorado esta última semana el aniversario del nacimiento del pare Soler.Excepcional afluencia de público, en su mayoría francés, se congregó para oír, en la tarde del último viernes, al profesor Antonio Ruiz Pipó, en la Biblioteca Española, una conferencia-concierto sobre La música para clavecín en el siglo XVIII, ilustrada con sonatas del padre Soler y otros compositores de la época, como Albero, Máximo López, José Larrañaga y Blasco de Nebra, este último «uno de los monumentos de la música española».

El profesor Ruiz Pipó destacó la importancia de las escuelas de música, principalmente en Valencia y Aránzazu, comparables a las italianas, entonces modelo y pauta en toda Europa.

«Cuando alguien pone en parangón alguno de nuestros músicos con Scarlatti, no sé si tomarlo corno injuria o como elogio», dijo el señor Ruiz Pipó al subrayar que el prestigio del músico italiano hizo sombra a compositores españoles que son superiores. Comentó también que no era raro en el siglo XVIII, «que no padecía la sociedad de autores», el plagio o la utilización de temas de otros músicos, y citó el ejemplo de Mozart, que empleó para La flauta mágica un tema de Clementi, oído en un concierto público.

Antonio Ruiz Pipó señaló la indigencia existente en el conocimiento y estudio de nuestro tesoro musical y comentó lamentables ejemplos de imposible acceso a archivos, poco menos que monopolizados, que se abren, sin embargo, a investigadores extranjeros.

De la Escolanía de la Merced, en su Granada natal, a las cátedras de Estética y Piano en la Escuela Normal de París, y de interpretación en Karlsruhe, Ruiz Pipó desarrolla una carrera internacional de concertista, que comparte con la investigación y la composición.

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