Carrillo: "Nuestra negociación con el Gobierno es para mejorar el Estatuto"

Los sucesos de la noche del jueves en Madrid, en los que perdieron la vida dos jóvenes, exigen una investigación a fondo sobre la actuación de la policía y el establecimiento de unas normas claras que limiten este tipo de acciones, que convierten en tragedia lo que no tenía por qué serlo, manifestó ayer Santiago Carrillo, secretario general del PCE, en el transcurso de una conferencia de prensa, convocada para informar sobre la marcha de los debates del Estatuto de los Trabajadores.

Santiago Carrillo, que se extendió sobre los sucesos del jueves, dejó también entrever en el transcurso de la conferencia dos noticias importantes: la existencia de negociaciones entre su partido y el Gobierno para mejorar el Estatuto de los Trabajadores en aspectos esenciales (despido y negociación colectiva) y la decisión de su partido, en caso de que tales conversaciones no fructificaran, de plantear en las próximas elecciones legislativas el cambio de la mencionada ley. Esta precisión la hizo al contestar a una pregunta sobre si su partido y CCOO iban a continuar movilizando contra la aplicación del Estatuto, tras su aprobación definitiva.Carrillo manifestó que desde el principio estuvieron en contra del Estatuto y propiciaron la necesidad de negociaciones sobre su contenido. El nulo trabajo de la ponencia, las modificaciones, incluso regresivas, introducidas por la Comisión de Trabajo, fruto de la división y hasta el enfrentamiento de la izquierda, han deparado -dijo- el actual texto que se encuentra a examen por el Pleno del Congreso. Varios aspectos, como el ámbito de su aplicación, que ya quedó aprobado sin modificación, el tema del despido y la negociación de secciones sindicales en diferentes ámbitos sin suficientes garantías para que sean representativas, constituyen los aspectos más negativos, a juicio del secretario general del PCE, del Estatuto de los Trabajadores.

«Las negociaciones formales de los comunistas con el Gobierno, que se iniciaron el miércoles (hasta las tres de la madrugada) y continuaron ayer, podrían fructificar en sensibles mejoras al texto en los temas mencionados, que lo hagan menos malo y que, en definitiva, disminuya la irritabilidad que provoca el Estatuto de los Trabajadores, no agrave la crisis económica y permita emprender negociaciones para reducir la conflictividad de tipo social», aseguró Santiago Carrillo.

El líder comunista acusó al Gobierno y al «mefistofélico» Abril de tentar al PSOE e intentar provocar la ruptura de la izquierda tras las elecciones municipales, con el objetivo de recuperar el gobierno de los municipios y quemar, lo mismo que ha sucedido en Portugal, a los socialistas. «A nosotros nos beneficia este intento de aislarnos por parte del Gobierno, ya que ganamos aceptación en la calle, pero perjudica a los socialistas y a la izquierda en general.» «El Gobierno no teme nuestro crecimiento», dijo Carrillo, «ya que sabe, y yo también lo creo, que los comunistas no seremos todavía en las próximas elecciones alternativa de gobierno. Pero los socialistas sí pueden serlo, y de ahí su «endiablado» plan de tentar al PSOE y aislar al PCE.»

Carrillo defendió asimismo el papel de los comités de empresa, confesó «el secreto», que es CCOO la que presiona al PCE, y arremetió contra quienes tratan de presentar las movilizaciones como una presión sobre el Parlamento. «Es un derecho democrático», dijo, «un componente más de los muchos con que debe contar un país democrático para hacer oír las distintas opiniones. Precisamente las últimas movilizaciones, hasta ahora desoídas por el Gobierno, son las que llevaron a socialistas y comunistas a volver a reunirse y al Gobierno ahora, ante la imposibilidad de hacer "un consenso cojo", a negociar con nosotros.» «Yo no quiero una fotografía con el Gobierno, como se ha dicho; eso me restaría votos en la calle. Yo lo único que quiero es mejorar el Estatuto de los Trabajadores.»