El Gobierno teme a "provocadores e infiltrados" en manifestaciones

Ante el extremo peligro en que se vio la dotación de un coche policial al final de la manifestación del pasado jueves, los policías, que dieron muerte a dos jóvenes, tuvieron que realizar varios disparos, según la información facilitada ayer por el secretario de Estado para la Información, Josep Meliá, que resume el informe presentado por el ministro del Interior al Consejo de Ministros. El señor Meliá añadió, entre otras cosas, que el Gobierno respeta el derecho a la manifestación, pero observa que el ejercicio de este derecho «puede ser utilizado por elementos provocadores e infiltrados para intentar conseguir espacios políticos que no han conseguido».El señor Meliá señaló que el Gobierno reflexiona sobre este hecho y desea que las fuerzas políticas también lo hagan. También indicó que, al parecer, uno de los muertos en la manifestación -no supo decir cuál de los dos- era militante de la Convención Republicana de los Pueblos de España, "en línea con el FRAP". El secretario de Estado para la Información insinuó determinadas sospechas sobre la procedencia de los alborotadores, con base en que, mientras el PCE hace apelaciones a la sensatez y moderación, otros partidos más a la izquierda adoptan posturas más extremas.

El resumen del informe del Ministerio del Interior al Consejo de Ministros, leído a los informadores por el señor Meliá, es el siguiente: «De los incidentes ocurridos se deduce que se produjeron al margen de la manifestación legal organizada por la federación de Comisiones Obreras, y que ésta se produjo sin incidentes y de acuerdo con el itinerario marcado.

Los incidentes que provocaron la intervención de las FOP se desarrollaron de forma premeditada. Antes de esta manifestación se había celebrado una asamblea en la facultad de Ciencias Políticas y Sociología en la que se impartieron consignas de provocar a las FOP y de llevar a cabo la manifestación.