La Santa Sede niega que se esté "procesando" al teólogo Schillebeeckx

Ayer, a las 8.30, el teólogo holandés Edward Schillebeeckx cruzó la puerta del viejo tribunal de la Inquisición romana, al lado de la plaza de San Pedro, frente a los palacios apostólicos, para sostener el primer interrogatorio del primer proceso doctrinal en el pontificado de Karol Wojtyla.

El catedrático de Teología de Nimega es hoy el teólogo más famoso de la orden de los dominicos. Y es muy posible que al entrar por aquella puerta se acordase que en 1588, cuando el papa Sixto V centralizó en Roma todos los tribunales de la Inquisición, creando la Congregación de la Inquisición Romana, había confiado el nuevo gran tribunal, precisamente, a los padres dominicos.Terminado el Concilio Vaticano II y cuando Pablo VI cambió el Santo Oficio de tribunal inquisitorial en Congregación para la Doctrina de la Fe, los católicos más optimistas pusieron, por la noche, un cartel en la puerta del ex Santo Oficio que decía: «Se alquila».

La presencia en Roma del mayor teólogo del Concilio Vaticano II como «acusado de herejía» podría demostrar que aquellos católicos optimistas se pasaron un poco.

Antes de entrar en el ex Santo Oficio, el teólogo dominico volvió a repetir que se sentía muy sereno y que no se trataba tanto de problemas de fe cuanto de «un modo diverso de pensar de los teólogos romanos».

La prensa presentaba ayer el proceso a Schillebeeckx como un test muy importante para el pontificado de Wojtyla, ya que la resonancia que está teniendo, la envergadura del catedrático de Nimega (en estos años, el símbolo de la nueva teología del posconcilio) y el ser, en la práctica, el primer proceso realizado desde que Pablo VI, en 1965, cambió el nombre al Santo Oficio, indican por sí mismos que el papa Juan Pablo Il tendrá que pensárselo dos veces antes de firmar una condena o una absolución de las obras de Schillebeeckx. Quizá por esto, tal vez el Vaticano, probablemente para responder a toda una serie de críticas en la prensa internacional, ha emitido un comunicado oficial en el cual se revelan los nombres de los jueces y se recuerda que no se trata de un proceso a las intenciones subjetivas del autor, sino, más bien, de «encuentros que entran en el cuadro del reglamento de la Congregación para el examen de las doctrinas». Es decir, de acuerdo con las nuevas normas de la Congregación para la Doctrina de la Fe después de la transformación del Santo Oficio.

Recuerda también que el veredicto final no lo dan estos jueces, sino el Papa, después de haber escuchado el parecer de los cardenales de la Congregación, que son los encargados de examinar la opinión de los consultores que están interrogando al teólogo holandés.

Estos consultores son Alberto Bovone, subsecretario y moderador de los coloquios; Alberto Descamps, rector honorario de la Universidad de Lovaina, secretario de la Pontificia Comisión Bíblica y consultor del ex Santo Oficio; Alberto Patfoort, dominico, catedrático de la Pontificia Universidad de Santo Tomás y consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe; Jean Galot, jesuita, catedrático de la Pontificia Universidad Gregoriana y experto del ex Santo Oficio. Ha sido quizá este nombramiento lo que ha causado mayor impresión, ya que Galot es enemigo acérrimo de Schillebeeckx. De hecho, en una antigua entrevista a Radio Vaticano llegó a parangonar al teólogo holandés con el hereje Arrio.

En Roma se afirma que la defensa clara y abierta. del primado de Holanda, cardenal Willebrands, al teólogo de Nimega fue motivada, sobre todo, por la indignación que causó en Holanda la entrevista del jesuita Galot. Hoy se dice que si ya sabía entonces que iba a ser uno de los jueces, su entrevista fue una gran imprudencia, y que si no lo sabía, es grave que el Vaticano lo haya escogido como interlocutor de Schillebeeckx después que había demostrado públicamente su acritud contra el acusado.

Mañana, el Papa ira a visitar, por vez primera, la Pontificia Universidad Gregoriana, que es la universidad más famosa de los jesuitas, donde se han formado una buena parte de los papas de este siglo, la mayor parte de los obispos del Concilio y donde enseña precisamente Galot. Pero también otros profesores, que son en realidad la parte más avanzada de la Compañía, sin contar los catedráticos que se fueron (entre ellos, José María Díaz Alegría). A la misma hora que el teólogo Schillebeeckx dará su primera conferencia de prensa en Roma, después dé los interrogatorios del, ex Santo Oficio, existe mucha curiosidad por lo que podrán decir el Papa, en la Gregoriana, y el teólogo, en el club de prensa extranjera.

El comunicado del Vaticano afirmaba ayer que el teólogo Schillebeeckx, antes de presentarse ante los consultores de la Congregación de la Fe, tuvo un coloquio privado con el prefecto de la Congregación, el cardenal Francisco Seper, y el secretario, Jerome Hamer. Sin duda, ha sido un gesto de respeto hacia el gran teólogo.