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Don Juan Carlos: "Las relaciones con Guinea se desarrollarán bajo el principio, de igualdad"

El presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, pidió ayer a los Reyes de España ayuda incondicional y un total apoyo, político y económico para la reconstrucción de este país africano recién salido de doce años de dictadura. Esta oferta fue realizada a los postres de la cena que les fue ofrecida a don Juan Carlos y a doña Sofía en Malabo, ciudad a la que habían llegado a las tres menos cinco de la tarde de ayer, en su primer viaje oficial a Guinea.

Los Reyes de España llegaron a Guinea a las tres menos cinco de la tarde de ayer, en visita oficial, invitados por el presidente Obiang Nguema, quien los recibió acompañado de su esposa, Concepción, en el aeropuerto de Malabo.Teodoro Obiang pidió en su discurso que España se encargue de la puesta en marcha y desarrollo guineano en el plazo de cinco años, señalando que nuestro país tendrá un trato preferencial por parte de Guinea. «Nuestro país», dijo Obiang, «espera recibir de su Madre Patria la solución de sus problemas económicos, así como la ayuda necesaria para su reconstrucción nacional. Pedimos a España hacerse cargo del Presupuesto General del Estado de la República de Guinea Ecuatorial por lo menos durante cinco años, de 1980 a 1985; que financie todos los proyectos de obras de reconstrucción nacional y que nos proporcione los medios de transporte aéreos, marítimos y terrestres.»

Don Juan Carlos contestó a estas palabras afirmando que España aceptaba la cooperación con los sacrificios que fueran necesarios. «España», añadió el Rey, «no busca en Guinea Ecuatorial un punto de apoyo estratégico, ni un predominio cultural, ni ventajas abusivas o imposiciones de ningún tipo. Sólo deseamos la cooperación, desde la igualdad, respondiendo al compromiso y a la responsabilidad histórica que nos une con el pueblo ecuatoguineano.»

Unas 2.000 personas recibieron a los Monarcas en el aeropuerto de la capital guineana, adornado con banderas de los dos países y carteles con fotografías de los Reyes y del presidente Teodoro Obiang.

Luego se inició un atropellado y simpático protocolo. Salvas de honor, himnos nacionales y el pasodoble español de Los voluntarios sirvieron para el recorrido que don Juan Carlos realizó con el presidente Teodoro pasando revista a las tropas que rindieron honores.

Una larga comitiva presidencial, estrechamente vigilada por soldados marroquíes, inició el camino del aeropuerto al centro de Malabo, donde varios miles de guineanos con banderas de los dos países aplaudían y vitoreaban a los Monarcas. Entre ellos, centenares de niños de las escuelas, que en tonaban canciones españolas de la época falangista, con frases «España vuelve a amanecer», frases de la canción de Montañas nevadas y de otras viejas tonadas que han sustituido en tan sólo unos meses al decálogo antiespañol que fuera impuesto por el presidente Macías en doce años de dictadura.

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A los postres del banquete, don Juan Carlos destacó las siguientes ideas: «España y Guinea están unidas esencialmente por la lengua, la cultura y la religión.» Hizo hincapié en la identidad lingüística y dijo: «El pueblo español contempla con confianza la actual situación de vuestro país, en el que ha sido instaurado un régimen político y social que ha abierto la esperanza en el futuro de Guinea Ecuatorial.» Apuntó la necesidad de reconciliación entre los dirigentes actuales y los exillados políticos del régimen anterior y, después de subrayar que las relaciones hispano-guineanas se desarrollarán bajo el principio de igualdad y no intervención, añadió que «España no aspira a otro tipo de relaciones que las basadas en la universalidad e independencia».

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