La OUA invita a Marruecos a que retire sus tropas del Sahara

Marruecos ha sido «invitado» por el comité especial de la Organización para la Unidad Africana (OUA) a retirar todas sus tropas del Sahara occidental y la Administración civil instalada en la zona evacuada por Mauritania. La aplicación inmediata de un alto el fuego y la preparación de un plebiscito en tomó a la autodeterminación del pueblo saharaui constituyen otras de las decisiones adoptadas en Monrovia. No obstante la ausencia del rey Hassan II, el Polisario y Argelia consideran que la reunión se ha saldado con un nuevo éxito político y diplomático para el frente saharaui.

La resolución adoptada por el comité contiene un testimonio de gratitud hacia la presencia, en la capital de Liberia, del presidente argelino, Chadli Bendjedid, y el ministro mauritano de Asuntos Exteriores, Uld Abdallah. La ausencia del monarca marroquí es reflejada «con decepción» por los participantes del encuentro.La representación, diplomática de Rabat en Monrovia había emitido un comunicado en el que explicaba que su Gobierno no había enviado delegación alguna debido a que el rey Hassan II ha señalado que «jamás aceptaría sentarse a una mesa de negociación en compañía del Polisario», pero un diplomático marroquí, Omar Hilale, primer secretario de la embajada en Monrovia, intentó participar en los trabajos del comité, viéndose expulsado por el ministro liberiano de Asuntos Exteriores, Cecil Denis, debido a que no disponía de la condición de representante oficial de Rabat y figuraba como «agregado de prensa».

El comité ad hoc recomienda, en la resolución adoptada, la formación de una fuerza militar africana encargada de controlar el alto el fuego y mantener la paz hasta la celebración de un plebiscito, para lo cual se pide la cooperación del secretario general de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim.

Al propio tiempo, la citada instancia lanza un llamamiento a la comunidad internacional, a la que se invita a abstenerse de toda acción susceptible de obstaculizar los trabajos del comité, cuya tarea, según se reitera explícitamente, es «hallar una solución pacífica a la cuestión del Sahara occidental».

El texto adoptado en Monrovia contiene, con relación alas recomendaciones presentadas por el comité en julio pasado, durante la cumbre africana, muy pocas novedades, salvo en lo que se refiere a la formación de una fuerza de paz africana Sin embargó, la actitud actual de Marruecos, de rechazo pleno a las posiciones de las diversas instancias internacionales que han examinado la crisis del Sahara occidental, permite augurar muy pocas esperanzas a la eventual materialización de esas recomendaciones.

A pesar de que, en ese sentido, la situación permanezca bloqueada, las conclusiones de la conferencia de Monrovia son importantes para el Polisario, no sólo porque reafirman el aislamiento internacional de Marruecos, sino porque le permiten disponer de seis nuevos votos de países africanos, indispensables para el reconocimiento de la República Arabe Saharaui Democrática (RASD) por la OUA. Este reconocimiento oficial llevaría a Rabat a abandonar la organización, sin duda alguna; pero esa perspectiva es retenida con interés por los independentistas, quienes, no obstante sus conocidas reticencias a admitir un alto el fuego, subrayan su plena disposición a aceptar las recomendaciones de la organización africana.

El boicot marroquí y el reforzamiento, según Rabat, de su presencia militar en el territorio saharaui mantienen el conflicto en el fondo del callejón sin salida en que lo ha llevado la obstinación del monarca alauita y la inoperancia de su diplomacia. Esta es la impresión en Argel de los medios diplomáticos occidentales, en los que se piensa que Hassan II intentará remozar de nuevo su equipo gubernamental, de manera que haga recaer en las espaldas de Mohamed Bucetta el fracaso de sus gestiones ante el presidente Tolbert.