EL Pacto de Varsovia estudia nuevas propuestas sobre desarme
Los ministros de Asuntos Exteriores del Pacto de Varsovia iniciaron ayer en Berlín Oriental una conferencia que, al parecer, será decisiva para la distensión europea. El tema clave no parece que vaya a ser otro que el de los últimos intercambios de ofertas de desarme o de posibles ofertas entre ambos bloques.
El canciller Helmut Schmidt ha respaldado su posición negociadora, sin renunciar por ello a los nuevos misiles nucleares de origen norteamericano, anunciando en el congreso de su partido en Berlín Occidental una próxima entrevista con el jefe del partido socialista unificado de la RDA, Erich Honeeker, entrevista que ya se daba por segura en los últimos días, desde que se contaba con un viaje de Schmidt a Moscú.El encuentro con Honecker se concertó telefónicamente poco antes de que el canciller pronunciase su discurso ante el Congreso. El hecho de que la entrevista de los líderes políticos de ambas Alemanias sea ahora posible -será el primer encuentro mutuo, puesto que en la Conferencia de Seguridad de Helsinki sólo hubo un saludo protocolario- significa, si se tiene en cuenta una declaración reciente de Schmidt, que existe algo concreto y maduro sobre lo que conversar.
Con todo, el anuncio del canciller no ha disipado los recelos de quienes, en su propio partido, temen la premura del tiempo para lograr, en un plazo de cuatro a cinco años, un programa efectivo de desarme de los dos bloques bajo la presión del otro término de la opción: el establecimiento de los nuevos misiles nucleares en suelo europeo.
La oferta de Brejnev
El giro favorable al desarme, tras la oferta del jefe del PC soviético, Leónidas Brejnev, el pasado 6 de octubre, atenuado ostensiblemente tras la conferencia de prensa de Gromiko, ministro de Asuntos Exteriores de la URSS, en Bonn, parece reemprenderse ahora. En Berlín oriental comenzó ayer el repliegue de soldados y carros de combate soviéticos estacionados en la República Democrática Alemana (RDA). La primera etapa parece que afectará a 10.000 hombres y trescientos tanques. Brejnev habló de un máximo de 20.000 soldados y mil carros. Y, entretanto, en Varsovia, los ministros de Defensa del pacto oriental también están reunidos para tratar inevitablemente el mismo tema.Según datos occidentales, la URSS mantiene en sus países aliados más de medio millón de hombres armados, un censo militar que atenúa el optimismo de quienes ven en la oferta de Brejnev un alcance más allá de lo simbólico.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.