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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

¿Anticomunismo?

No pretendo descubrirle que la línea editorial (ideológica, política) de su periódico es anticomunista. Esto, para usted y para mí, es una cuestión de hecho que se constata día a día, no sólo cuando se habla del PCE, pero, sobre todo, cuando del PCE se habla. Sabíamos ya desde Marx que la ideología (y la práctica política y la línea editorial) dominante es la ideología de la clase dominante. Por eso su editorial del 17-11-79, «El aislamiento del PCE» raya los límites de lo normal, de lo cotidiano, de lo que tiene que ser; por eso sus argumentos (sus argucias) son hipócritas, falaces, farisaicos. Se inscriben dentro de la mejor tradición del periodismo liberal.Podría analizar cada uno de sus, sofismas, pero sería una carta más larga que el editorial y usted no la publicaría.

A usted no le interesa analizar la coyuntura actual de la lucha de clases, el progresivo deterioro que para la clase obrera y el resto de los trabajadores representa esta situación (paro, pérdida de capacidad adquisitiva de los salarios, recorte en los derechos laborales, hostigamiento y condena a la inoperancia de los órganos autonómicos y ayuntamientos de izquierda, debilitamiento de los sindicatos, etcétera) ante el avance imparado del capital como su opuesto (en sus fábricas, en sus partidos, en sus organizaciones patronales, en su poder de estado, en sus aparatos ideológicos, en sus periódicos, etcétera) y deducir de ello que un partido obrero, que pretende representar a toda la clase, y no sólo a los dos millones de votantes, que cuenta entre sus miembros con un altísimo porcentaje de trabajadores y el mayor núcleo de militantes obreros que tiene la clase obrera (los más cohscientes y acostumbrados a la lucha política) un partido obrero, digo, debe, lógica mente, posicionarse claramente y estructurar una política defensiva por todos los medios a su alcance (en el Parlamento, pero también en las fábricas, en las barriadas, en los ayuntamientos, en su prensa, en la calle). Esto usted sí lo entiende, y por eso dentro de la lucha (ideológica aquí) de clases adopta el punto de vista del capital que le corresponde y escribe un editorial como el comentado (para eso le pagan), para desprestigiar el PCE, por ser uno de los pocos aparatos de defensa (otro es CC OO, y dejo la relación abierta para que usted la complete) con que la clase obrera española, después de cuarenta años de lucha antifascista, ha sabido dotarse y para el que impuso el derecho a la legalidad.

Su periódico estuvo durante meses manteniendo una clara línea democrática, antifascista y pluralista (¡qué pena que las elecciones se precipitaran sin tiempo de evolucionar sin bruscos giros!) que le sirvió para conseguir la credibilidad suficiente para atacar (como avisó en su día) sin mala conciencia a los comunistas. Yo creo, señor director, que esta credibilidad se le está acabando; un editorial como el comentado, publicado en Abc, a los comunistas no nos hace ningún daño y es señal inequívoca de que estamos en la línea justa. Dentro de poco, un editorial así, publicado en EL PAÍS, podremos leeerlo, orgullosos, en las asambleas de trabajadores.

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