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Escaso cumplimiento de las medidas de emergencia contra la contaminación

El primer día de seguimiento de las medidas acordadas en el Gobierno Civil para reducir los índices de contaminación se ha caracterizado por una notable confusión ciudadana, que ha decidido a las autoridades locales a no aplicar con todo el rigor las sanciones previstas. Pese a ello, el índice de contaminación sufrió ayer un sensible descenso, fundamentalmente por el viento que sopló durante la noche. Por la mañana solamente tres estaciones rebasaron los índices tolerables, mientras que a última hora de la tarde ninguna encendía las luces rojas.

Tanto en el Gobierno Civil como en el Ayuntamiento, los teléfonos de información sonaron incesantemente durante todo el día de ayer. La gente quería saber si su caso podría ser una excepción para poder encender la calefacción. Se preguntaba por el tipo de combustible que se podría utilizar o si se podían descargar alimentos dentro de las horas señaladas.A la vista de este panorama, tanto en el Ayuntamiento como en el Gobierno Civil, se acordó no aplicar con todo el rigor previsto, durante el día de ayer, el incumplimiento de las normas. En el caso concreto de los estacionamientos incorrectos, la grúa no actuó con mayor dureza de la habitual, aunque los policías municipales informaron ampliamente de las medidas.

Con las calefacciones, la gran confusión se centró en la duda de si se podía encender las que funcionan con gas ciudad. Según aclaró el tercer teniente de alcalde, José Barrionuevo, las restricciones no incluyen las calefacciones eléctricas o de gas ciudad.

Sin embargo, muchos organismos oficiales dieron la sorpresa. En el Ministerio de Cultura e Industria, las calefacciones funcionaron como si el plan de emergencia no se hubiera promulgado. En Sanidad, en cambio, el seguimiento de las normas originó alguna protesta entre los funcionarios por el frío reinante en el edificio. Los grandes almacenes hicieron caso omiso de las medidas.

En el Gobierno Civil, la calefacción fue encendida a las ocho de la mañana, como un día cualquiera. Aproximadamente quince minutos después, Juan José Rosón ordenó que se apagara inmediatamente la caldera.

En el Ayuntamiento pasó algo semejante, aunque la calefacción funciona con gas. Después de ser encendida a primera hora, el alcalde, Enrique Tierno, decidió a media mañana que, aunque no estaban obligados a apagar a, sería bueno dar ejemplo. Tanto en la Casa de la Villa como en las restantes dependencias municipales se trabaja desde ayer a la temperatura ambiente. José Barrionuevo explicó a EL PAÍS que ayer la Policía Municipal se dedicó a observar aquellos edificios cuyas chimeneas lanzaban humos antes de las dos de la tarde. De repetirse la situación hoy, se pasará al capítulo de multas por importe de 25.000 pesetas. Según datos municipales, la disminución de salida de humos de chimeneas no oficiales fue ayer reseñable.

Advertencia a los automovilistas

Las mismas advertencias de sanción fueron hechas a los automovilistas que sacaron sus vehículos y los estacionaron en zonas prohibidas. Ayer sólo fueron advertencias y sanciones habituales. Esta tolerancia se acabará hoy, una vez que se considere que la información es suficiente.

De cualquier forma, en el plazo de dos días y a la vista de los resultados, se volverá a celebrar, una nueva reunión para seguir el cumplimiento de las medidas. Es probable que grandes almacenes y oficinas, en las que solamente se trabaja por la mañana, puedan encender las calderas de la calefacción al margen de los horarios establecidos. El mismo José Barrionuevo reconoció la necesidad de hacer una norma más compleja, en la que se recojan una serie de excepciones que parece ser que el lunes no se tuvieron en cuenta.

Los productos permitidos para la carga y descarga. entre las nueve y media de la mañana y las cuatro de la tarde. fue otro de los temas de constante consulta ciudadana. El Gobierno Civil hizo una modificación sobre las medidas para permitir que se descargáran también a esas horas productos farmacéuticos y alimenticios.

El control y seguimiento de las medidas sigue presentándose como uno de los puntos más complicados por la insuficiencia de recursos humanos. Tal como se explicó el lunes, los encargados serán los miembros de la Policía Municipal, Nacional y, especialmente, la Patrulla Verde. Sin embargo, estos cuerpos tienen que continuar con sus cometidos habituales, con lo que, de hecho, por mucho que la Policía Municipal intensifique la vigilancia, es difícil que se vigile el cumplimiento de las medidas en toda la ciudad.

Descenso de la contaminación

Los resultados facilitados por la Delegación municipal de Medio Ambiente, poco después de las seis y media de la tarde de ayer, eran sensiblemente más bajos que los de días anteriores. En esos momentos, ninguna de las estaciones daba la señal roja indicadora de que se rebasan los índices de tolerancia. La media de las dieciséis estaciones de control arrojaba 329 microgramos por metro cúbico de SO2, diez miligramos de monóxido de carbono y 120 microgramos de partículas en suspensión.

Durante la mañana, los niveles aceptables fueron rebasados en la glorieta de Quevedo, con 408 microgramos de SO2; en la plaza de Carlos V, con 16,2 miligramos de monóxido de carbono, y en la plaza de Luca de Tena, con 807 microgramos de SO2. El descenso sobre los días anteriores se produjo fundamentalmente por los vientos registrados durante la noche última, más que por efecto del plan de emergencia.

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