Presentación de la edición facsímil de "Las cantigas", de Alfonso X
El jueves pasado se presentó en Madrid, en el Club Internacional de Prensa, la edición facsímil del códice de Las cantigas de Santa María, de Alfonso X el Sabio. De esta importantísima obra, tan sólo existen cuatro ejemplares en diferente estado de conservación: dos, en la biblioteca de El Escorial; otro -el llamado códice de Toledo-, en la Biblioteca Nacional de Madrid, y, finalmente, un cuarto perteneciente a la Biblioteca Nacional de Florencia. No cabe duda que, entre todos ellos, el más completo y rico, en general, es el códice T. I. 1, de El Escorial, por la abrumadora superioridad, en cantidad y calidad, de sus ilustraciones. Este ha sido precisamente el elegido para la presente edición facsímil, rescatándose de esta manera una de las obras más bellas e interesantes de la cultura medieval española.
Desafío técnico para imprimir ejemplares de catorce kilos de peso
Agustín Santiago Luque, director técnico de Edilan, empresa que ha promovido esta edición de Las cantigas, señaló en la rueda de prensa el desafio técnico que había supuesto la realización, en la actualidad, de una reproducción rigurosa del mencionado códice.Pretendiéndose respetar al máximo las características y calidades originales, el resultado ha sido dos monumentales volúmenes de 498 X 360 X 80 milímetros de medidas, en el tamaño de la encuadernación de cada volumen, y con un peso total de catorce kilogramos. Estas insólitas medidas obligaron a que se tuviera que recomponer una máquina del siglo XIX, ? ropiedad de Espasa-Calpe, la unica capaz de realizar el alzado, plegado y cosido de unos libros se mejantes. Otras dificultades técnicas, no menores, tuvieron que ser salvadas en cada uno de los diver sos momentos de este complicado proceso de reproducción: diapositivas, selección fotomecánica, impresión en offset a ocho colores (los cuatro básicos, oro y variantes), fabricación especial de papel tipo pergamino y encuadernación en tabla/forrada con piel de ternera.
Un alarde de medios semejante no hubiera sido posible -según Santiago Luque- sin la contribución financiera inicial de los primeros seiscientos suscriptores, así como sin la buena disposición del Patrimonio Nacional y de la dirección de la bilioteca de El Escorial. En la obra han colaborado además un notable conjunto de investigadores, que analizan, en el segundo volumen, todos los aspectos de interés de Las cantigas: Matilde López Serrano estudia el códice desde un punto de vista bibliográfico; la transcripción, traducción y, en general, el análisis de los problemas filológicos y lingüísticos corren a cargo de José Filgueira Valverde y Ramón Lorenzo Vázquez; José Guerrero Lovillo, que publicó un amplio trabajo sobre el tema en 1949, se encarga de los aspectos artísticos y arqueológicos, y la musicología, finalmente, le ha correspondido a José María Llorens Cisteró. A todo ello hay que añadir también la inclusión de dos discos de larga duración que el grupo Música Ibérica grabó en la catedral de Utrecht especialmente para esta edición, grabación que incluye la interpretación completa de las veintitrés cantigas que contiene el códice.
Documento capital para conocer la sociología de nuestra Edad Media
Es difícil, desde luego, señalar cuál de los múltiples aspectos de interés cultural, entre los que se contienen en Las cantigas, pueden destacar hoy más. Así, el gran erudito e historiador José Amador de los Ríos, que ya en 1863 llamó la atención sobre la importancia espectacular de la obra, pudo escribir lo siguiente: «La arqueología, en todas sus aplicaciones, halla en tan suntuoso libro larga materia de admiración y estudio: arquitectura, música, pintura, indumentaria, tienen allí inagotable copia de edificios y ornatos, armas e instrumentos, muebles y trajes, cuya variedad y riqueza se aumenta por extremo, pues se ven alternativamente representados reyes y magnates, caballeros, ciudadanos y gente menuda, clérigos y prelados, monjes y monjas, doncellas y matronas; apareciendo al par cristianos, sarracenos y judíos, caracterizados todos perfectamente, según su origen y costumbres.» En una palabra: un documento capital para la historia, la sociología y el arte de la Edad Media.Son raras en nuestro país empresas de bibliofilia con tantos vuelos. Edilan, hace unos años, sorprendió con otro importante facsímil del famoso Beato de Gerona. El actual, desde luego, supera en calidad y dificultades al anterior. Sólo nos queda esperar que sirva de ejemplo y estímulo para empresas semejantes de bibliofilia, desgraciadarnerite, todavía poco desarrolladas en nuestro país.
Babelia
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