No habrá medidas especiales contra la contaminación

El gobernador civil de Madrid, Juan José Rosón, manifestó anoche a EL PAIS que, por el momento, no piensa poner en marcha medidas restrictivas para combatir la contaminación, «toda vez que ayer se experimentó una ligera mejoría y la inminencia del fin de semana hace prever un fuerte descenso del tráfico y de las calefacciones, lo que repercutirá notablemente en la limpieza del aire». Sin embargo, se continúa cerca del limite de emergencia.

Rosón confirmó lo publicado ayer por EL PAIS, en el sentido de que los pasados martes y miércoles se llegó a índices cercanos al estado de emergencia de primer grado (seiscientos microgramos por metro cúbico para: humos y ochocientos para anhídrido sulfuroso), por lo que el Gobierno Civil preparó un paquete de medidas inmediatas, que estuvieron a punto de entrar en funcionamiento en la noche del miércoles al jueves. No obstante, el gobernador civil manifestó anoche que no eran necesarias, «salvo que las condiciones climatológicas de las próximas 48 horas lo aconsejen, cosa que no es probable».Aunque los índices de contaminación registraron ayer en Madrid un ligero descenso, que hace previsible que, por el momento, se haya tocado techo, por cuarto día consecutivo se superaron en casi la mitad de la red automática de control y seguimiento del Ayuntamiento de Madrid valores contaminantes superiores a los tolerables (trescientos microgramos para humos y cuatrocientos para anhídrido sulfuroso). Las mediciones efectuadas entre las seis de la tarde y las nueve de la noche -las tres horas peores en la jornada de ayer- así lo indicaron. En concreto, en las estaciones de Quevedo, Colón, plaza de Castilla y Fernández Ladreda, se sobrepasaron ampliamente los trescientos y los cuatrocientos microgramos para hurrios y anhídrido sulfuroso, respectivamente.

Las previsiones meteorológic as para las próximas 48 horas siguen indicando una poderosa situación anticiclónica -tiempo muy seco y soleado durante todas las horas del día-, aunque las autoridades competentes confían en que hoy se pueda romper la inversión térmica, un curioso fenómeno que supone que las capas de aire caliente, en lugar de ascender hasta las capas superiores se pegan al suelo, produciendo la sedimentación de las partículas contaminantes.

No obstante, las autoridades mantendrán una especial atención a la evolución de la contarrúnación. Con todo, se cree que la espesa capa de humo parduzco que domina toda la ciudad tardará días en desaparecer, a no ser que se produzca una precipitación de agua.

Las dos medidas que estuvieron a punto de entrar en funcionamiento y que aún no están definitivamente descartadas, para el caso de que se llegase al nivel primero del estado de emergencia, son: restringir el uso de las calefacciones a sólo diez horas diarias -entre las doce del mediodía y las diez. de la noche- y un severo control sobre el tráfico en la zona centro.

Esta segunda medida, supone en síntesis adelantar lo que será la Operación Navidades: prohibición de aparcamientos dentro del área del tercer cinturón a todos aquellos conductores que no sean residentes en el mismo, actuar contra el aparcamiento en doble y tercera fila y en sitios prohibidos y, finalmente, prohibir el aparcamiento en zonas permitidas habitualmente, si fuera necesario.

Para poner en práctica esta disposición, el Gobierno Civil está capacita do para obligar a los conductores que aparquen sus vehículos dentro del tercer cinturón a exhibir en sitio visible la cédula de identificación fiscal, que desde hace algunos años era de uso discrecional. Para la vigilancia y estricto cumplimiento de estas normas -si se pusieran en vigor-, la Policía Nacional podría colaborar con los efectivos de la Policía Municipal.

Otra de las medidas propuestas por el Ayuntamiento, siempre en caso de emergencia, sería restringir la carga y descarga (bien por días alternos, bien dividiendo Madrid por zonas) y, si llegara el caso, la prohibición total de circular por el centro de Madrid a turismos con motores diesel, así como a camiones diesel, siempre que no transportaran productos de primera necesidad.