Suárez, satisfecho con la actitud de Francia respecto al terrorismo vasco

El presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, regresó ayer a Madrid, después de dos días de estancia oficial en París, «satisfecho con la actitud del Gobierno francés ante el problema del terrorismo en el País Vasco», según sus propias palabras al término del viaje. No obstante, escasean datos respecto a los logros obtenidos durante su estancia en París.

Minutos después de tomar tierra en Barajas el avión en el que regresó a Madrid y tras conversar con algunos ministros y los jefes de Estado Mayor de los tres Ejércitos -que acudieron a recibirle-, Suárez manifestó a los informadores: «Pienso que el clima de las relaciones entre España y Francia se encuentra en una situación óptima para abordar el tratamiento de los temas relacionados con la Comunidad Económica Europea, las relaciones bilaterales y la cooperación internacional.»El presidente destacó especialmente el trato recibido de las autoridades francesas, que «se han portado con nosotros de una manera excepcional, propiciando encuentros y habiendo canalizado que los próximos, entre jefes de Gobierno y ministros del Interior, sean con una periodicidad de una vez al año».

Adolfo Suárez fue pareo en explicar los resultados concretos de la visita a los periodistas que le esperaban en Barajas, al igual que lo había sido en la conferencia de prensa ofrecida en París. Por lo que se refiere al tema del terrorismo, Suárez se limitó a decir en público que había informado a las autoridades francesas de la preocupación hispana por dicha cuestión, y se negó a decir si Francia hizo algún gesto o dio respuesta -antes, en privado, confirmó estar «satisfecho» de la actitud gala-, y en cuanto al Sahara, aseguró que no había concertación entre Madrid y París.

En todo caso, parece cierto que, desde el punto de vista formal, Francia tratará a España de igual a igual. El ambiente entre las autoridades de ambos países parece más relajado que otras veces, aunque los problemas perduran. Respecto a la OTAN, Suárez reiteró su discreto no, por el momento, con la frase: «Hay que darle tiempo al tiempo.»

Como detalles anecdóticos del viaje, Adolfo Suárez saludó a los periodistas galos con el clásico Ça va, e invitó al presidente de la República Francesa, Valery Giscard d'Estaing, a visitar su pueblo natal, Cebreros.

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