El rearme de la OTAN
«Está claro que las amenazas del ministro soviético de Asuntos Exteriores estaban destinadas a provocar el miedo. Como dijo su colega alemán Genscher: las negociacicines no pueden llevarsie a cabo como en una conferencia de prensa. Todavía faltan algunos años para que puedan instalarse en sus bases los nuevos misiles y para que puedan significar una amenaza para la Unión Soviética. Estos tres o cuatro años pueden ser utilizados para concluir las negociaciones. Se puede afirmar que, por parte soviética, no se quiere tomar la sopa tan caliente, como quería Gromiko en Bonn. , 26 de noviembre
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