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PAIS VALENCIANO

lnterpelación al Gobierno sobre presuntas irregularidades en la central de Cofrentes

La denuncia de presuntas irregularidades en los trabajos de construcción de la central nuclear de Cofrentes por uno de los técnicos responsables del control de calidad ha originado la presentación de una interpelación al Gobierno para conocer si se ha abierto una investigación y, en caso afirmativo, tener acceso a sus resultados.

En la interpelación del diputado socialista por Valencia y miembro de la Comisión de Investigación del Congreso, Javier Sanz, se hace constar que, «en tanto se cree el Consejo de Seguridad Nuclear, corresponde al Gobierno velar por el cumplimiento de las normas de seguridad e instalaciones nucleares». Por ello, el parlamentario valenciano pide que el Gobierno se pronuncie sobre los mecanismos de control que efectúa la Administración, informe sobre las denuncias del técnico de Ibérica de Montajes Metálicos (Ibemo) y sobre el resultado de la investigación.Las denuncias de anomalías efectuadas por José Antonio Abascal, supervisor de garantía y calidad de Ibemo, que se encuentran bajo intervención notarial, superan el medio centenar. Pese a estas reservas informativas, EL PAÍS pudo obtener algunas de ellas, en las que se detallan las irregularidades observadas por el señor Abascal escritas sobre papel de la propia empresa.

En el parte del día 7 de abril del pasado año, el técnico de Ibemo se refiere al acoplamiento de las chapas del edificio de contención, que se soldaron con unos sietes levantados después, lo que provocó que quedaran dos orificios al llevarse con esta acción un trozo de chapa. «Es incomprensible que los montadores realicen esta clase de chapuzas», señala el parte, «pues, como en otras muchas ocasiones, deben ser quitados con piedra esmeril-, y en los casos que no se pueda utilizar se aplicará el arco-aire.» Más adelante Abascal recuerda que, como supervisor de soldaduras, «vengo observando una despreocupación total por la calidad en los hombres que dirigen, ordenan y mandan estos trabajos». El técnico de Ibemo escribe haber comprobado que «todas las juntas soldadas en el Fondo están llenas de poros, como se ha podido apreciar después de esmeriladas e inspeccionadas por líquidos penetrantes y esto sólo ocurre cuando las secuencias o las normas que exige la soldadura no se cumplen, como sucede casi siempre ».

Trabajos fuera de control

Otro de los partes se refiere a la realización de trabajos el lunes 25 de abril de 1977, fuera de la jornada normal de trabajo, sin que hubiera estado presente el supervisor de soldaduras ni otra persona del departamento de control de calidad. «Esto viene ocurriendo intermitentemente y aproximadamente desde el mes de octubre de 1976, y como ustedes pueden comprender», escribe Abascal a la dirección de la obra, «no es lógico que montajes realice trabajos de soldadura en los cuales este departamento de garantía y calidad es responsable y que en ninguna de las ocasiones estuviera presente.»La denuncia del 31 de enero, también de 1977, se refiere a la baja calidad de las soldaduras de los canales de fuga, por hacerse caso omiso de sus indicaciones. «La falta de dichos cuidados supone, y de hecho ha supuesto, tener que repetir una y otra vez la prueba de presión de los canales y, por otra parte, ha motivado levantar en varios casos, las soldaduras. »

Otra anomalía consiste en soldaduras efectuadas en zonas llenas de agua, que en las radiografías aparecen como buenas, sin poros, pero al enfriarse pierden rápidamente sus propiedades elásticas y son más fáciles de quebrar. Según expresa el técnico Abascal en el parte del 3 de febrero del pasado año, «hemos llegado al extremo de que, no haciendo caso a los consejos dados por mí, han tenido que parar dichos trabajos los supervisores de Hidrola. Es lamentable, pero es así».

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Según informaciones recogidas entre trabajadores de otras empresas de montaje de la central nuclear, se está actuando de forma anómala en la utilización de electrodos para soldaduras, ya que electrodos tipo OK 48.17, específicos para comente alterna, se están utilizando en lugar del modelo apropiado, OK 48.00, más caros y de proceso más lento.

Soldaduras a destajo

Desde el inicio de la obra se ha trabajado a destajo o, según término de los propios trabajadores, a electrodo quemao. Tras una jornada de nueve a doce horas como máximo, que venía a suponer el consumo de 125 electrodos, meses atrás se pagaron de quince a dieciocho pesetas cada electrodo que pasara de ese tope. Con este sistema de rendimiento se llegaron a utilizar cuatrocientos en una jornada. Según aseguran, durante los meses de julio y agosto últimos se realizaron trabajos a destajo cuyo resultado fue 311 radiografías deficientes de un total de quinientas soldaduras, lo que exigió su posterior reparación. La plantilla decidió, en una asamblea posterior, no hacer destajos y, desde entonces, el rendimiento de su empresa ha disminuido en un 50%.Por otro lado, el GEL (Grupo Ecologista Libertario) facilitó en conferencia de prensa nuevos detalles sobre las presuntas anomalías de Cofrentes, provocadas por la premura y falta de control con que se realiza la instalación del sistema de tuberías MSR, que constituye una parte importante de la llamada tubería. aérea, que se importó de Estados Unidos con varios desperfectos. Al no casar unos tramos con otros, porque los diámetros eran diferentes, hubo que utilizar unos correctores para poner en su estado original las tuberías ovaladas. «Esto puede ser algo usual en tareas de montaje de otra industria, pero no con material que se supone debería ser de precisión», afirmaron.

El sacrifical, según estas fuentes, cuya función es blindarlavasija del reactor, posee rigilizadores soldados bajo la lluvia, que al enfiriarse dejaron oír resquebrajamientos, sin poderse precisar su origen.

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