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Familiares de presos vascos, en contra del secuestro y a favor de las condiciones de ETA

«Estamos contra el secuestro. La acción es excesiva, porque ningún secuestro es bueno; pero lo que pide ETA (p-m) es justo. No piden la libertad de sus líderes, sino de presuntos militantes que permanecen enfermos y secuestrados en las cárceles esperando muchos meses a que se les someta ajuicio. Por eso comprendemos mejor que nadie el sufrimiento de la familia Rupérez. No queremos que se secuestre a nadie: ni al señor Rupérez ni a nuestros hijos -aunque sea en nombre de una ley discutible-, y pedimos la amnistía para las dos partes.»Estas afirmaciones fueron hechas ayer, en una rueda de prensa celebrada en Bilbao, por un grupo de familiares de presos, presuntos militantes de ETA (p-m), que ofrecieron a los informadores detalles del historial médico de los cinco presos para los que ETA (p-m) pide la libertad, como una de las dos condiciones para liberar al diputado de UCD Javier Rupérez, secuestrado el domingo pasado.

En la rueda de prensa, los familiares de los presos vascos criticaron duramente la actitud del papa Juan Pablo II, de Amnistía Internacional y de la OLP, «porque no son consecuentes», afirmaron, «a la hora de denunciar el secuestro del señor Rupérez».

«Nosotros lamentamos el secuestro del señor Rupérez», señalaron, «pero lamentamos también que el Papa sólo se acuerde de condenar a los oprimidos en algunas situaciones. Que reflexione y estudie si no se producen violaciones de derechos humanos en las cárceles -hasta hace poco, con las FOP en el interior-, en las comisarías en las que se llevan a cabo torturas; que piense bien si no es un secuestro el que sufren nuestros hijos, "presuntos militantes de ETA (p-m)", que esperan desde hace un año que se les juzgue, y a los que se niega la libertad condicional. Esas cosas también las tendría que denunciar el Papa. ¿Por qué no visita las cárceles en las que están presos nuestros hijos?»

Madres de presos declararon en la rueda de prensa que, después de lo que consideran una «condena parcial» del Papa, se sienten («como católicas que somos») auténticas «incluseras». «El Papa», añadieron, «debe ser el padre espiritual de todos los oprimidos, no sólo del señor Rupérez -ligado al poder en España-, sino también de nuestros hijos, que también sufren opresión.»

También criticaron los familiares de los presos el comunicado de condena que la OLP ha hecho del secuestro del señor Rupérez. «Es increíble cómo una organización que secuestra y mata por unos objetivos políticos se atreve a condenar una acción similar a las que tan acostumbrados están a relizar.»

Finalmente, los familiares de presos rogaron a los medios informativos transmitieran al Gobierno cuatro peticiones: el inicio de la negociación «para lograr la puesta en libertad del señor Rupérez y la solución al problema de los presos vascos»; la amnistía, «como vía única para la pacificación de Euskadi»; la derogación de la ley Antiterrorista («que impida torturas y detenciones innecesarias»), y la urgente creación, a partir del Estatuto, de la policía autónoma.

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