Clima de gran tensión en las relaciones laborales de Michelín-Vitoria

La Magistratura de Trabajo de Alava ha señalado para mañana, viernes, las vistas por el despido de un delineante, que, según la dirección de la Michelín, se reintegró tarde al regreso de sus vacaciones, y por la sanción de cinco días de empleo y sueldo impuesto a la casi totalidad de los componentes del comité de empresa. La Magistratura ha dado prioridad en la acumulación de expedientes que esperan juicio a estas dos últimas denuncias del comité de empresa de Michelin-Vitoria. Queda para una fecha posterior la demanda por otro despido aplicado el día 26 de octubre a un obrero, a consecuencia de los incidentes en los que tomó parte el día 1 de dicho mes, al formar parte de un grupo informativo de la huelga que tuvo lugar en aquella jornada. La autoridad laboral y gubernativa, a la vista de la intranquilidad laboral que producen esas sanciones en una plantilla de 4.000 trabajadores, con inmediata repercusión en la vida laboral de la ciudad, ha intervenido para que se aceleren estos juicios.Por su parte, la dirección de la fábrica no hizo ningún tipo de concesión en el curso de una mediación del gobernador civil en cuanto a las sanciones, con el fin de posibilitar una paz laboral imprescindible para una negociación de las relaciones laborales de esta empresa, que los sindicatos denuncian insistentemente como rígidas, sin posibilidad de control efectivo -dicen- en temas como el sistema de trabajo, la seguridad e higiene, las horas extras y otros temas. Tal y como la misma empresa ha comunicado en espacios publicitarios, se reserva la posibilidad plena del ejercicio de la capacidad sancionadora y directiva del empresario, que le concede la legislación, y en cuanto a las sanciones ya aplicadas cree aconsejable que se pronuncien los tribunales; no aceptando la posibilidad de proceder a una readmisión en caso de despido improcedente, como proponía el comité.

En estas circunstancias, el inicio de las deliberaciones del convenio para 1980 es algo difícil. Las reuniones ordinarias dirección-comité se convierten en un rosario de tensiones, que la empresa saca a relucir en su nota oficial, al decir que un delegado dijo si el convenio tendrá que ser «con secuestro o sin secuestro» (recuérdese que el vigente se firmó tras estar varias semanas secuestrado por ETA (p-m) el anterior director).

En consecuencia, el comité ha decidido continuar con huelgas alternativas de un día por semana, acciones en las que se acumulan incidentes y la posibilidad de nuevas sanciones. Mañana, viernes, y el sábado se volverá a parar, y en principio sigue en pie el acuerdo de la asamblea del día 27 de octubre de hacer huelga todos los sábados. Una parte del comité, en la que influyen con fuerte liderazgo dos vocales de CNT, antepone la retirada de sanciones y la no variación de horario laboral como condiciones previas a las deliberaciones del convenio, postura que, por ahora, sigue ratificando la asamblea, dada la falta de diálogo y de confianza en la erripresa. Las informaciones de que las circunstancias actuales «no aconsejan» a la empresa introducir el sistema de trabajo a cuatro turnos, dadas por la empresa, no se creen sinceras en círculos laborales, que interpretan que dentro de este año está imposibilitada a hacerlo por imposición del convenio vigente, pero temen que podría tratar de cambiar el horario en 1980, basando su petición en que daría origen a mil puestos de trabajo.