Duros enfrentamientos en un pueblo de Santiago por un coto de caza

El pequeño pueblo de Cigueiro, a catorce kilómetros de Santiago presentaba ayer un aspecto desolador, tras la violenta tarde del domingo, en que un elevado número de fuerzas antidisturbios de la Policia Nacional y la Guardia Civil cargaron contra una manifestación de unos 2.000 vecinos de la localidad, disconformes con la decisión gubernativa de establecer un coto controlado de caza que afecta sus propiedades.

Los disturbios comenzaron en la mañana del domingo, cuando números de la Guardia Civil incautaron once escopetas a otros tantos paisanos de la zona, que se encontraban de cacería por sus fincas. Hacia las cinco de la tarde, cerca de 2.000 vecinos se concentraron ante el cuartelillo de la Guardia Civil, durante tres horas, exigiendo la devolución de las armas a sus dueños. Ante la negativa del comandante de puesto, los manifestantes bajaron hasta el puente que cruza el río Tambre y cortaron el tráfico de la carretera La Coruña-Vigo.Media hora después se produjo un gran despliegue de fuerzas antidisturbios de la Guardia Civil y la Policía Nacional -varios jeeps y autobuses-, que dieron tres minutos de plazo a los concentrados para disolverse. Antes de que expirara dicho período de tiempo, y dado que los paisanos no estaban dispuestos a ceder, los antidisturbios comenzaron a disparar pelotas de goma y botes de humo, a una distancia de veinte metros.

Los manifestantes se refugiaron en distintas zonas del pueblo y un grupo numeroso se parapetó tras un muro de piedra, desde donde arrojaban piedras a la policía.

Según testigos presenciales, los antidisturbios entraron en los bares Veiga y Viuda de Nouche, golpeando a todos los vecinos allí presentes, mientras que el resto de las fuerzas policiales recorrían las calles del pueblo disparando pelotas de goma a cualquiera que se asomara a las ventanas.

En la mañana de ayer pudo comprobarse el estado de gran número de cristales rotos, y los propios periodistas pudieron arrancar pelotas de goma incrustadas en puertas del interior de algunas viviendas.

Con motivo de los enfrentamientos un vecino, cuyo nombre se negaron a facilitar las autoridades gubernativas y el centro hospitalario, fue ingresado herido en el Hospital Provincial de Santiago. Asimismo, otras personas mostraron a los informadores las huellas de pelotazos y golpes recibidos.

Los enfrentamientos de vecinos con la Guardia Civil se habían producido a lo largo de este mes, si bien con menos violencia, ante lo que la prensa local bautizó como guerra de las perdices. El motivo radica en la oposición de los vecinos de los ayuntamientos limítrofes de Santiago a que el Icona, bajo la concesión a una sociedad de caza de Santiago, instale en la zona una experiencia piloto de coto de caza.

A pesar de lo ocurrido, los vecinos ratificaron su decisión de continuar con la misma dinámica: «Estamos dispuestos a todo para defender nuestras tierras.»

En tanto esperan la celebración de un referéndum municipal sobre el tema, previsto para los días 13 y 14, los vecinos comentaban la similitud de los sucesos del domingo con los acaecidos hace algún tiempo en Rentería.