El sector crítico del comunismo polaco no cuestiona la autoridad de Gierek
El influyente miembro del Comité Central del Partido Comunista polaco, Miecczislaw Rakowski confirmó que si bien «existen diversas tendencias en el seno del POUP, todas están de acuerdo en no cuestionar la autoridad de Gierek».
Las declaraciones de Rakowski están relacionadas con informaciones aparecidas en la prensa occidental (EL PAIS de 4 de noviembre), acerca del peligro «político» del primer secretario del Partido Obrero Unificado Polaco (POUP), Edward Gierek.Por su parte, círculos no oficiales polacos afirmaron que las críticas de Tadeuzs Grabski «no pueden considerarse en ningún caso como un sentido de mejora». «Grabski», añadieron, «es un miembro del Comité Central que el pasado mes de diciembre, en una reunión de este organismo, tuvo un duro discurso contra el primer ministro, Piotr Jaroszewics, invocando varias veces el nombre de Biertu» (primer secretario estalinista del POUP en la década de los cincuenta).
Asimismo, una persona no perteneciente al partido aseguró que, «cualesquiera que hayan sido las críticas de Grabski, hay que tomarlas, no en un sentido de crítica de largo alcance contra Gierek, sino como la toma de posición de un personaje del partido en unos momentos difíciles».
Esos momentos difíciles se traducen, según varias fuentes consultadas en Varsovia, en una crispación de los autoridades comunistas, cuando se prevé un invierno riguroso que provocará aún más graves problemas de abastecimientos (alimentos y combustible) que el año pasado, con el consiguiente riesgo de explosión social y el deseo de buscar un único responsable de las deficiencias del sistema en vísperas del congreso del partido».
«Gran parte del futuro político de Polonia», dice un miembro de la oposición, «se está jugando en Moscú, de cara al futuro sucesor de Brejnev y la postura que éste adopte dentro respecto a la política interna de Polonia. »
Si es cierto que las más altas autoridades polacas desconocen el nombre del sucesor de Brejnev, -el propio Gierek se lo confirmó al canciller alemán Helmut Schmidt hace algunas semanas-, también lo es que el Kremlin ni ha escogido candidato polaco para el futuro, ni nada hace suponer que exista un malestar soviético hacia Gierek.
De todas formas, existe un impasse en el seno del POUP y sus más altas autoridades esperan al nuevo secretario general del PCUS, para conocer si la personalidad del nuevo líder de la URSS modificará la política seguida hasta el momento con los aliados del Pacto de Varsovia.
Porque la enfermedad de Brejnev es un secreto a voces, y anteayer se pudo comprobar mediante la transmisión en directo por la televisión polaca del desfile conmemorativo del 62.º aniversario de la revolución bolchevique. El líder soviético permaneció en la tribuna como una estatua y ausente de lo que ocurría; ni siquiera prestó atención a Mijail Suslov, cuando éste le habló al oído en una ocasión.
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