Estados Unidos acepta la mediación de la OLP ante Irán por razones humanitarias
Después de que fracasaran todos sus intentos de negociar directamente con las autoridades iraníes la liberación de los rehenes detenidos en su embajada en Teherán, el Gobierno norteamericano ha recurrido a los buenos oficios mediadores de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
El Departamento de Estado confirmó ayer que el enviado especial del presidente Carter, el antiguo ministro de Justicia Ramsey Clark, ha sido autorizado para mantener conversaciones con representantes de la OLP. Clark, que hizo escala forzosa en Estambul cuando el ayatollah Jomeini se negó a recibirle, se entrevistó ayer con un alto dirigente de la organización palestina, que se ha ofrecido a ejercer como mediadora.Mientras en Washington continuaba el tenso compás de espera, y en el Congreso la indignación y las demandas de una respuesta enérgica crecían por momentos, la Administración Carter se encontraba en la situación, teñida de ironía, de tener que recurrir a una organización a la que no reconoce para proteger las vidas de los sesenta o más rehenes capturados por estudiantes iraníes el pasado domingo.
El Gobierno Carter ha repetido que su primera preocupación es la seguridad de los rehenes y que recurrirá a todos los canales posibles para obtener su puesta en libertad. Uno de estos canales, quizá el único que deja abierta cierta esperanza, es la OLP, y el Departamento de Estado respaldó implícitamente la mediación de los hombres de Arafat cuando dijo que daría la bienvenida a cualquier acción mediadora, y calificó de «acción altamente responsable» el ofrecimiento de Arafat de servir como intermediario entre el Gobierno de Washington y los dirigentes islámicos de Irán.
Un representante de la OLP y estrecho colaborador de Yasser Arafat llegó ayer a Teherán, aunque negó que fuera a actuar como mediador. Abu Al Waleed reconoció, sin embargo, que el motivo de su viaje es mantener «importantes conversaciones con los dirigentes de la república islámica».
El pasado verano, una entrevista «no autorizada» con un representante de la OLP llevaba a la dimisión, bajo presiones, del embajador norteamericano en las Naciones Unidas, Andrew Young. Ayer, el ex ministro Ramsey Clark fue autorizado a hablar con la OLP sobre la base de consideraciones humanitarias.
Los portavoces oficiales insisten en que la postura de Washington respecto a la OLP no ha cambiado y que no reconocerán a esta organización hasta que los palestinos no acepten el derecho a la existencia del Estado de Israel. Para reforzar ,su argumentación se recuerda una colaboración anterior, durante la guerra civil de Líbano, en 1976, en que Estados Unidos y la OLP cooperaron en la evacuación de extranjeros de Beirut.
Ofrecimiento del sha
El derrocado monarca iraní se habría ofrecido a abandonar Estados Unidos voluntariamente para facilitar las cosas al Gobierno Carter, de acuerdo a informaciones de prensa. Pero sus familiares y sus médicos le convencieron de que no puede salir del hospital de Nueva York en el que recibe tratamiento de un cáncer del sistema linfático.
El sha, según estas informaciones, ha perdido quince kilos de peso, tiene un tumor en el cuello que deberá ser tratado con radioterapia y con quimioterapia. Esto supondrá por lo menos un mes más de estancia en el centro médico.
Abdolhassan Banisadr, nombrado ministro de Relaciones Exteriores de Irán, visitó ayer la embajada de Estados Unidos en Teherán.
La visita del ministro ha sido acogida muy favorablemente en círculos occidentales, ya que, al parecer, Banisadr había anunciado su intención de intervenir ante Jo meini para hacerle desistir de su postura de no negociación con Estados Unidos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.