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LA LIDIA

Paco Camino reaparecerá la próxima temporada

El mejor cartel de 1980 podría ser idéntico al de 1965

Paco Camino reaparecerá la próxima temporada, según impresiones recogidas en el mundillo taurino, a pesar de que el diestro de Camas no ha hecho manifestación expresa y definitiva de su vuelta al toreo activo.

Taurinos de reconocida solvencia han manifestado a EL PAIS que, por conversaciones que han mantenido con Camino, su creencia es que está animado a torear en España durante la temporada de 1980, y lo más probable es que lo haga en exclusiva con la casa Chopera, que le apoderaba cuando estaba en activo.En la próxima feria de Querétaro (México), Paco Camino actuará en plano de gran figura, con los máximos honoranos, si bien esto no es indicio de que vaya a reaparecer, pues las condiciones que se ofrecen al torero español son tan ventajosas que de cualquier forma participaría en dicha plaza.

Parece confirmarse que El Cordobés toreará también en España la temporada venidera, y además en las más importantes ferias, incluidas las de San Isidro, Sevilla y Valencia. Y no se descarta que Diego Puerta decida asimismo este invierno su reaparición, para una treintena de corridas, por las que cobraría muy altos honorarios.

La mayor parte de los empresarios taurinos están muy preocupados por los resultados económicos de la temporada 1979, que en muchos casos han sido negativos y cuando fueron positivos no alcanzaron las cifras de beneficios que se habían calculado. Esta crisis, que enlaza con la de figuras en activo -acentuada al retirarse El Viti-, hace que aumente la cotización de los toreros anteriormente mencionados, cuya fuerza taquillera es indiscutible.

Los empresarios, principalmente el grupo de los grandes, harán ofertas muy importantes a estos espadas para que actúen en sus plazas y revaloricen los abonos, los cuales han carecido, en general, de interés durante la temporada que ha concluido. Se dará entonces el caso de que el cartel con más fuerza que, en principio, se puede montar para 1980 es el mismo que llenaba las plazas hace quince años, lo que prueba que el escalafón de matadores no ha sido renovado.

Son culpables directos e inmediatos los propios empresarios, que abandonaron la organización de novilladas, por ser éstas menos rentables a corto plazo, montaron una especie de trust de toreros, que impedía la promoción de todos los demás, e ignoraron las consecuencias que para la fiesta y para su propio negocio tendría en un futuro esta política de exclusivas.

Cabe el riesgo de que si las reapariciones mencionadas se producen y se hacen con éxito económico, el estamento empresarial, por recuperar pérdidas o hacer un dinero fácil en el menor período posible, vuelva a incurrir en el mismo error y de nuevo abandone la promoción de valores, con lo cual el espectáculo, en el plazo de uno o dos años, volverá a estar en un callejón sin salida.

De otro lado, existen fundadas sospechas de que estos sueños de reaparición que animan a figuras del toreo retiradas y la realidad del retorno de El Cordobés tengan que ver no tanto con el atractivo de los honorarios sustanciosos (que, por otra parte, no se les regateaba en su anterior etapa) como con el fraude del afeitado, que se podría haber generalizado dentro de la mayor impunidad. La creencia entre aficionados -que no desmienten caracterizados taurinos en conversaciones confidenciales- es que durante 1979 se han afeitado los toros con tanto descaro como en las épocas más escandalosas. Y como no se ha producido ninguna sanción ejemplar ni acción de ningún tipo, desde la autoridad para atajar la corruptela, los profesionales del toreo confían en que el año próximo podrán contar con esta ventaja, corregida y aumentada.

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