Ni la autoridad municipal ni la gubernativa impidieron que ayer abriera Hipergranada

Dentro de la más absoluta normalidad, con un gran éxito de público, y sin que en ningún momento hicieran acto de presencia agentes municipales o miembros de la Policía Nacional, Hipergranada abrió ayer al público, a las diez de la mañana, las puertas de su establecimiento.

Sucedió todo tal como había venido anunciando Hipergranada durante los últimos días con un espectacular despliegue propagandístico, a pesar de no tener licencia municipal para ello y de encontrarse teóricamente precintadas sus instalaciones por decreto del alcalde dimisionario de Granada, Antonio Camacho, del PSOE. Poco después, directivos de la cooperativa recibieron notificación notarial de otro decreto firmado la noche antes por el alcalde en funciones, Arturo González Arcas, del PSA, en el que se corroboraba lo dispuesto por el alcalde dimisionario y se ordenaba la clausura inmediata del hiper.Aparte de firmar el decreto de clausura, el alcalde hizo también un llamamiento a los socios de la cooperativa para que «demuestren su declarada voluntad de acatar la autoridad municipal, procediendo de forma inmediata al cierre del establecimiento». Según la ley, Hipergranada dispone ahora de un plazo de tres días, a partir de la fecha de notificación del decreto municipal, para proceder al cierre de forma voluntaria, o, en caso contrario, la decisión se ejecutará por la fuerza.

Por su parte, el gobernador civil de la provincia, Luis Sánchez Harguindey, ha comunicado por escrito al Ayuntamiento su compromiso de poner a disposición del alcalde todos los medios necesarios para asegurar el cumplimiento de cualquier decisión que adopte respecto al tema.

Mientras tanto, asociaciones de vecinos de la ciudad, un grupo de doscientos conocidos profesionales, artistas e intelectuales, el Colegio de Arquitectos y otras organizaciones políticas y ciudadanas granadinas se han pronunciado públicamente, durante los dos últimos días, por muy diversas razones, en contra de la apertura del hiper y de la actitud dilatoria y poco decidida seguida al respecto por el alcalde accidental. La Federación de Asociaciones de Vecinos exige, además, la demolición del edificio como paso fundamental para salvar la vega de Granada.

Denuncias de impunidad

Medios profesionales y ciudadanos llamaron ayer igualmente la atención, en relación con unas declaraciones del señor González Arcas, sobre «lo paradójico e incoherente que resulta el hecho de que se puedan considerar como nulas las correspondientes órdenes de paralización de las obras y posterior precintaje del hiper, decretadas en su día por el alcalde Antonio Camacho -al parecer, debido a defecto de forma en su notificación a los interesados-, mientras que el edificio ha sido construido y abierto al público dentro de la más completa ilegalidad y de forma totalmente impune hasta el momento».En este sentido, durante una conferencia de prensa convocada ayer, aunque por motivos diferentes, en el Colegio de Arquitectos de Andalucía Oriental, el presidente del mismo y otros miembros de su junta rectora indicaron a EL PAIS que la vigente ley del Suelo «señala taxativamente, en su artículo 184, la obligatoriedad del alcalde o el gobernador civil a actuar en casos como el de Hipergranada, decretando la paralización de las obras, o, en su caso, la demolición de las mismas, por haberse realizado sin licencia y en contra de las prescripciones del plan comarcal».

Demoler o dimitir

Según los arquitectos, la única salida legal que ambas autoridades tendrían para escapar a su responsabilidad en la firma del decreto de demolición sería, siguiendo el ejemplo del señor Camacho, la de su dimisión. A pesar de lo cual, Arturo González Arcas, ha declarado, a este respecto que, «mientras yo esté de alcalde en funciones, me negaré a firmar la demolición del hiper».«Antonio Camacho es todavía el alcalde de Granada», añadió el señor González Arcas, «ya que su renuncia no se ha hecho aún efectiva ni se ha presentado ante los órganos que tienen que tramitarla. Por mi parte, yo no tomaré ninguna medida hasta que su renuncia sea un hecho, aunque entonces sí asumiré mi responsabilidad como alcalde provisional. Lo que sí puedo anunciar es que cuando llegue ese momento, ya no me sentiré vinculado a las decisiones anteriores del señor Camacho sobre el tema de Hipergranada.»

En otro orden de cosas, el alcalde en funciones anunció ayer, igualmente, su intención de tomar medidas similares a las de clausura del hiper contra todos aquellos edificios comprendidos en la misma zona de protección agrícola especial, así como contra todos los establecimientos granadinos que en la actualidad se encuentran funcionando al público y carezcan de licencia de construcción o licencia de apertura, con objeto de «hacer cumplir la ley con un estricto y justo criterio de igualdad para todos».