Correcciones fraternas a Hans Küng
La corrección fraterna que invoca Hans Küng como argumento base de su artículo no es una palabra esclarecedora ni un eco solidario y crítico, sino una obra de caridad. Y ya que acude a la autoridad de santo Tomás, seguro que como buen conocedor de su teología recordará que también dice que «reprender a la cara y en público sobrepasa el modo de la corrección fraterna; por eso no hubiera reprendido Pablo a Pedro de no haberle sido de alguna manera igual en la defensa de la fe. Amonestar oculta y reverentemente puede hacerlo aun el que no es igual». Sospecho que Hans Küng no es igual a Juan Pablo II en la defensa de la fe, pues el Papa efectivamente defiende la fe que tenemos, mientras que Hans Küng propone más bien una especie de sociedad recreativo-relajante de inspiración personal y dedicada al cultivo del visón careto, que dirían los ecologistas: muy bien, que la funde y que abra el plazo de inscripción.
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