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Millares de personas en el entierro de Francisco Aldanondo

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Varios millares de personas asistieron ayer al sepelio de los restos mortales de Francisco Aldanondo, presunto miembro de un comando autónomo de ETA, muerto el pasado martes en Tolosa por disparos de la Guardia Civil. El funeral, celebrado en la iglesia de Santa María, de Ondárroa, fue seguido del entierro en el cementerio de esta última localidad vizcaína.El féretro fue introducido en la iglesia sin que estuviera cubierto por ninguna bandera, y a la mitad de la ceremonia una pareja de jóvenes se acercaron hasta el mismo y lo cubrieron con una ikurriña, que poco después retiró el sacerdote oficiante de la ceremonia. Terminado el acto religioso, el féretro fue acompañado hasta el cementerio por varios miles de personas. Hubo protestas por el hecho de que la ikurriña hubiera sido retirada por el sacerdote en la iglesia.

La localidad de Ondárroa permaneció ayer totalmente paralizada, en señal de duelo por la muerte de Francisco Aldanondo. Hubo incidentes en el Ayuntamiento, al ser derrotada, por siete votos contra seis, una moción en que se pedía la colocación de la ikurriña a media asta en el balcón; al conocer el resultado, parte del público prorrumpió en gritos de «españolistas», «fascistas» y otros.

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