Una flota de 17.000 barcos con 150.000 trabajadores

El director general de Pesca, Gonzalo Vázquez, define la crisis del sector pesquero como psicológica. «Es una crisis de incertidumbre, una crisis de desconocimiento de futuro.»El origen de esta situación está determinado por tres factores. El desarrollo tecnológico del sector estuvo en su comienzo impulsado por un consumo alcista y, de forma predominante, por la subordinación del sector a la construcción naval, lo que ha originado una flota con un corto grado de flexibilización y, por tanto, cautiva de caladeros únicos.

El segundo factor es la crisis energética escalonada durante toda la década de los setenta, que impulsó sobremanera la inflación de costes. El tercero es la extensión. generalizada de la zona económica exclusiva a doscientas millas, que convierte a bastantes mares desde siempre libres en subordinados a la administración y soberanía de los países ribereños.

La crisis pesquera afecta a 150.000 trabajadores del mar y alrededor de un millón de puestos de trabajo inducidos. La flota española consta de 17.000 embarcaciones, 4.000 de las cuales faenan en caladeros extranjeros, con una, aportación de las dos terceras partes del total de las capturas, es decir, entre 1,5 y dos millones de toneladas de producto. La flota de bajura da trabajo a 70.000 marinos, Durante el año 1978 esta flota desembarcó 661.874 toneladas en capturas. El registro bruto de la flota pesquera española asciende a las 800.000 toneladas.

En el contexto internacional la flota española de pesca ocupa el tercer puesto mundial por volumen sectorial, el decimoquinto lugar por volumen anual de descargas y el quinto lugar por ingresos en dólares, después de Japón, Unión Soviética, China y Estados Unidos. Las importaciones subieron de 127.966 toneladas en 1977 a 219.446 toneladas en 1978, lo que significa un incremento del 29%.