No hubo convocatoria de huelga general en la concentración de CCOO
«Os saludo y felicito por el éxito de esta gran concentración de solidaridad nacional y de clase. Ni la lluvia, ni el mal tiempo, ni los calumniadores de turno han podido impedirla», afirmó ayer Marcelino Camacho, en el auditorio de la Casa de Campo madrileña, ante la multitud que había acudido en respuesta al llamamiento de CCOO a una jornada nacional de protesta contra el Programa Económico del Gobierno. En la concentración no se planteó la convocatoria de una jornada de huelga nacional, pese a la demanda planteada en este sentido por algunos sectores minoritarios.
Desde una hora antes del inicio del acto, previsto para las doce de la mañana, el anfiteatro se encontraba repleto y continuó accediendo gente, que se situaba en la parte exterior del recinto, casi hasta el final del mismo. Llovió intermitentemente a lo largo de todo el acto, descargando en algunos momentos una verdadera cortina de agua, que era contestada por los concentrados con gritos de «Aunque se moje, CCOO no se encoge».Tras la presentación del acto por Fidel Alonso, secretario general de CCOO de Madrid, que se refirió a las acciones preparatorias de la concentración, en las que dijo que habían participado dos millones de trabajadores, y al sentido de la jornada: rechazo del Plan Económico del Gobierno y del proyecto de estatuto de los trabajadores de UCD, defensa del poder adquisitivo, exigencia de medidas contra el paro y de una salida negociada a la crisis, tomó la palabra Marcelino Camacho.
El secretario general, de CCOO, que se encontraba acompañado de toda su ejecutiva, se refirió, en primer lugar, a la crisis económica mundial. «Una crisis del capitalismo monopolista, de las más graves de su historia», que las multinacionales y el gran capital tratan de descargar -según se dijo- sobre los trabajadores y sobre los países menos desarrollados. Y todo ello se produce, añadió, coincidiendo con la difícil transición en nuestro país de la dictadura a la libertad.
«No podemos olvidar ni un solo momento que estamos haciendo la transic'ón del fascismo a la libertad con el viejo aparato del Estado y con un terrorismo nacido ya bajo la dictadura, que se exacerba ahora ante los referendos de los estatutos vasco y catalán.» En este punto, como en numerosas ocaslones a lo largo del acto, varios centenares de militantes del MC y de la LCR prorrumpieron en gritos de «Huelga general», logrando acallar la voz de Camacho. Este, a su vez, respondía con otros lemas («Unidad sindical» o «CCOO indicato trabajador») que eran coreados por el resto del público.
Llamamiento a la solidaridad nacional
«Tenemos que decir que, aunque la democracia aún no está consolidada y se sienten a veces ciertos ruidos molestos, más o menos de galaxias, la realidad es que el proceso político avanza y, en lo esencial, constituye un éxito de todas las fuerzas democráticas y, en primer lugar, de la clase trabajadora.»A continuación, Camacho pasó a referirse a la crisis económica y al paro en nuestro país. «Hemos llegado a un techo», dijo, «que necesita arreglos urgentemente, si nio queremos que se hunda todo lo construido. Y cuando un país llega a estos niveles de paro y de crisis y no se ve el fin, tenemos que decir que no sólo está en peligro el que malcome o el que no come, sino también la democracia, el nivel alcanzado por este país y el puesto que ocupa en el mundo.» Para el secretario general de CCOO la situación nacional e internacional es tan grave que «nadie aisladamente, ninguna clase o grupo social, actuando en su exclusivo interés, puede salvar la situación». CCOO piensa que ninguna clase dispone de recursos suficientes para superar la crisis y que es necesaria una cooperación, una solidaridad nacional y de clase. «Así, pues, los trabajadores, los españoles, estamos en nuestro derecho al pedir esta solidaridad y es nuestro deber el exigirla.»
La CEOE y el Gobierno, según Marcelino, Camacho, en vez de realizar la política de solidaridad nacional propuesta, «tratan de imponernos a los trabajadores un programa económico, una limitación de los derechos sindicales y, si les dejamos, una represión». El Plan Económico del Gobierno, dijo, es una clara agresión a los trabajadores del campo y dé la ciudad. Su aplicación, afirmó, supondría la liquidación de lo esencial del sector público, el aumento del paro y la disminución real de los salarios y el poder adquisitivo.
El secretario general de CCOO explica esta postura del Gobierno «porque en el terreno económico no ha habido ni siquiera reforma y el poder económico continúa en las mismas manos que lo han detentado durante los últimos cuarenta años». En este país ha habido cambio político, continuó, pero no ha habido ninguna reforma económica.
«De la misma manera que lo que empezó siendo una reforma política, por la necesidad nacional y por la presión y la negociación se ha transformado en un proceso constituyente, cualquier reforma económica», dijo Camacho, «para que sea nacional y racional exige e desplazamiento de su hegemonía del gran capital burocrático creado bajo el franquismo.»
Criticó también los incumplimientos por el Gobierno de los pactos de la Moncloa y los ceses de los ministros Fuentes Quintana y Fernández Ordóñez. «El Gobierno actual ha optado por hacer la política de la CEOE, de la gran banca y de las multinacionales. Política antiobrera», afirmó, «y contraria a los intereses nacionales.»
Abordó más adelante, el líder de CCOO, el proyecto de estatuto de los trabajadores del Gobierno «que más bien parece, el estatuto del gran capital».
"No queremos derribar al presidente del Gobierno"
«No es nuestro objetivo acaba con este u otro presidente constitucional, sino hacer que este u otro presidente constitucional desarrolle una política que tenga en cuenta los intereses de los trabajadores los intereses nacionales.» CCOO está dispuesta a hacer los sacrificio que sean necesarios para salir de la crisis, pero dentro de un plan de solidaridad en que se repartan la cargas y haya contrapartidas. En defensa de estos objetivos, CCOO promoverá acciones de tipo unitario dentro de la legalidad.Al término de su intervenció fue leída a los concentrados la lista de reivindicaciones que debe presentar Camacho al presidente de Gobierno cuando éste le reciba tras su solicitud de entrevista. Para este encuentro, según informó ayer el secretario de Estado para la Información, no hay todavía fijada una fecha concreta. El documento leído fue asumido plenamente por los asistentes a la concentración.
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