La verdad y el honor
« La publicación por Le Canard enchainé de la fotocopia de una orden de Bokassa de remitir, en 1973, una placa de diamantes de treinta kilates a Giscard d'Estaing, entonces ministro de Economía y Hacienda no había sido, el miércoles por la tarde, objeto de ningún desmentido del Elíseo. El documento parece auténtico, y el solo desmentido posible consistiría en anunciar que ese magnífico regalo fue devuelto a su donante.Ya Albert de Schoner, embajador de Francia en Africa Central de 1969 a 1971, escribió en Le Monde del 21 de septiembre, sin provocar el menor desmentido, que había visto "a personalidades oficiales salir de Bangui con algunas pepitas de oro y algunos diamantes ofrecidos por Bokassa".
Los periodistas y los parlamentarios se asombraron de que los archivos de Bokassa hayan sido trasladados por los paracaidistas franceses y los agentes del SDECE y confiados a la embajada de Francia.
¿El Ejército francés, que no estaba muy orgulloso de su intervención político- militar en Bangui, estará más satisfecho por esta operación político- policiaca del palacio de Berengo?
Mientras tanto, dos decisiones deben adoptarse inmediatamente:
La primera consistiría en transferir rápidamente los archivos del ex emperador a un lugar más seguro que una embajada de Francia.
La segunda decisión consistiría en aceptar la comisión de investigación parlamentaria que ha sido solicitada por Mitterrand el 4 de octubre y renovada este miércoles por el Partido Socialista.
Estas dos decisiones se imponen en el doble interés de la manifestación de la verdad y del honor del poder.»
11 de octubre