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Hoy se inaugura en París una exposición de ochocientas obras de Pablo Picasso

Fue el pago al Estado francés por los derechos de sucesión del artista

Dos cuadros pintados por Pablo Picasso en 1895, cuando él contaba catorce años, abren la exposición de «un conjunto de su obra único en el mundo», que se inaugura esta tarde en el Grand Palais, de París. El presidente francés, Valery Giscard d'Estaing, presidirá el acto. Unas ochocientas obras del pintor, con las que la familia ha pagado al Estado francés los derechos de sucesión, serán expuestas hasta el día 7 de enero de 1980.

, Francia, de repente, es la propietaria de la colección más importante del mundo de obras del pintor más célebre de los tiempos modernos: Pablo Picasso, residente en París desde 1901 y exiliado luego a causa de la dictadura franquista. Desde hace ya varios días, toda la prensa francesa airea este «tesoro alucinante» que, en espera de que sea instalado definitivamente en el hotel Sale en 1981 con motivo del centenario del nacimiento del pintor, ya se empieza a explotar económica y artísticamente este jueves, en el Gran Palacio vecino de la avenida de los Campos Elíseos.La historia de este sueño empezó con la muerte del pintor, acaecida en Mougins, el 8 de abril de 1973. Es decir, en previsión del porvenir, el entonces ministro de la Cultura del general Charles de Gaulle, André MaIraux, ya había creado una ley en 1968, según la cual las familias herederas de los pintores podrían pagar con cuadros los derechos de sucesión.

Tras el fallecimiento del autor del Guernica empezó la batalla jurídica desencadenada por los herederos. Tras no pocas vicisitudes, estos últimos llegaron a un consenso y, posteriormente, concluyeron un arreglo con el Gobierno francés para cubrir los derechos de sucesión con casi una tercera parte de la obra total que les había legado Picasso.

Las ochocientas obras que aproximadamente se expondrán desde hoy por la tarde pertenecen al conjunto de picasso heredado por los franceses: 229 cuadros, 149 esculturas, 85 cerámicas, 1.496 pasteles, collages y dibujos, de los que cuatrocientos pertenecen al tema Picasso y el ballet; 33 cuadernos de dibujos, 1.622 estampas, 35 libros ilustrados, no se sabe cuántos documentos del pintor y una treintena de obras de amigos suyos, entre los que se encuentran cuadros de Derain, Giacometti, Max Ernst, Matisse, Brauner, etcétera.

La herencia pictórica total fue valorada en 1.200 millones de francos, y se calcula que muy cerca de una tercera parte es lo que le ha correspondido al fisco galo. Los herederos nunca hubiesen podido disponer fácilmente de esta cantidad. Por el contrario, retirando del mercado la parte que ahora le corresponde al patrimonio nacional francés, han supervalorado su herencia. Para llegar a un acuerdo los herederos de Picasso y los representantes del Estado hicieron, cada cual por su lado, una selección preliminar. Tras varias confrontaciones llegaron a un acuerdo. Los criterios de esta selección de los picassos franceses fueron tres: primero, ilustrar todas las fases de la obra del pintor con cuadros significativos; segundo, ilustrar todas las técnicas utilizadas, y tercero, preservar los conjuntos y series.

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