Antibelicismo desapasionado
En 1945, en Elbeuf, Francia, se celebra un consejo de guerra donde se condena a muerte a Eddie Slovik, el único soldado norteamericano ajusticiado por deserción durante la segunda guerra mundial. Esta película toma como punto de partida este hecho real para reconstruir la vida del soldado Slovik. Parte de sus últimos momentos para narrar su historia mediante una vuelta hacia detrás, construida con el testimonio de algunas personas, su hermana, su mujer, algunos compañeros, etcétera, que le conocieron íntimamente.A pesar de su claro tono antibélico, el resultado no tiene nada de panfletario. De aquí nacen sus mayores virtudes, pero también sus defectos. Virtudes en la medida en que es una exposición directa, dentro de la mejor tradición narrativa del cine norteamericano, de la vida de una persona. Y defectos en cuanto a la historia: le falta una cierta garra que le haga tener un mayor peso específico. Por encima de la calidad del trabajo de Martin Sheen, entonces en los comienzos de su carrera, hoy consagrado al protagonizar Apocalypse Now (Francis Ford Coppola, 1979), que encarna a Slovik. Los fallos son directamente imputables a Lamont Johnson, un director que aparece a mediados de los años sesenta y que lleva una carrera regular, con películas de bajo presupuesto, que hace con habilidad, pero sin imaginación. Sus mejores trabajos, entre los que destaca éste, son producto de un buen guión, pero siempre se resienten de una cierta frialdad.
The execution of private Slovik
Director: Lamont Johnson.Guión: Richard Levinson, William Link, sobre el libro de William Bradford Huie. Fotografía: Bill ButIer. Intérpretes: Martin Sheen, Ned Beatty, Gary Busey. EEUU, 1974. Locales de estreno: Gayarre, Palace, Peñalver.
Babelia
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