Críticas empresariales por el desarrollo del programa económico

Cuatro empresarios de primera línea pronunciaron ayer, en un coloquio organizado por ADP, una severa reprimenda al Gobierno por el desarrollo del programa económico. José Luis Cerón (autopistas y grupo Central), Claudio Boada (Ford, grupo Banco de Madrid), Juan Miró (Explosivos) y Rafael Termes (banca privada) se mostraron unánimes a la hora de elogiar sin reservas y con entusiasmo el programa, para inmediatamente desarrollar una crítica severa, y en muchos casos mordaz, por su realización. Miró criticó la falta de una política industrial, Boada calificó de inexplicable el retraso en poner en marcha la nueva legislación laboral. Cerón y Termes coincidieron en calificar el presupuesto de 1980 como incompatible con la letra del programa económico.Rafael Termes fue, sin duda, el más crítico y mordaz con el Gobierno. Su intervención fue la más dura para el Gobierno de las que ha hecho hasta ahora. Al tiempo hizo una defensa cerrada del comportamiento del sector bancario ante la crisis, que por las preguntas formuladas en el coloquio tuvo peor acogida por parte del auditorio que la parte anterior de su intervención.

Para Termes, el Presupuesto de 1980 no puede estar inspirado en el programa económico. El déficit, señaló, será agobiante para el crédito privado, que tendrá que reducirse, si el Gobierno pretende mantener un control de las disponibilidades líquidas.

Con respecto a la política de reforma del sistema financiero que el programa establece, el portavoz de la banca manifestó su acuerdo de principio, pero al tiempo criticó las medidas hasta ahora tomadas, y las olvidadas, en esa línea. Finalizó su intervención recordando las siguientes palabras del presidente del Chase Manhattan: «En menos Estado y no en más Estado está la clave del futuro crecimiento y la sólida prosperidad de nuestros pueblos.»

Claudio Boada centró su intervención en los aspectos laborales. Calificó de imprescindible un acuerdo entre patronales y sindicatos y elogió la reciente propuesta de UGT sobre un convenio estatal marco. En un momento de su intervención señaló que es hora de decir en público que la crisis la están pagando los parados, los pensionistas y las empresas, y en último término.

Miró pidió una política industrial de reconversión y adaptación a la nueva etapa de competencia con Europa. Señaló que hay más sectores en crisis que el naval y el siderúrgico y que además son más dinámicos que éstos. Cerón fue especialmente crítico con el Presupuesto del Estado y aún más con el de la Seguridad Social.