Trescientos vecinos de la calle de Quero bloquearon la caja de ahorros
La central de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid, situada en la plaza de Celenque, permaneció prácticamente bloqueada durante toda la mañana de ayer por la presencia de unos trescientos vecinos estafados de la calle de Quero, quienes desde las diez de la mañana abrieron y cerraron cuentas ininterrumpidamente, además de ocupar físicamente toda la sala central del establecimiento. A última hora consiguieron una cita para el próximo jueves, en la que se buscará una salida al problema.La acción vecinal, convocada por la asociación de Aluche, estaba encaminada a exigir a los responsables de la Caja de Ahorros colaboración para conseguir el acuerdo de no pagar las hipotecas que pesan sobre las viviendas.
El problema de los vecinos de la calle de Quero se planteó en enero del pasado año, cuando descubrieron que las viviendas que habían comprado libres de cargas a Maor, SA, habían sido hipotecadas a la Caja de Ahorros y Monte de Piedad por un total de sesenta millones de pesetas. El caso se denunció y el promotor de las viviendas, señor Coca, fue procesado. La hipoteca de las cuatrocientas viviendas se había realizado cuando los pisos ya estaban habitados por los nuevos propietarios, aunque todavía en el Registro de la Propiedad el promotor seguía figurando como único propietario.
Una comisión de afectados mantuvo entrevistas con los responsables de la Caja para buscar una solución conjunta. Según asegura la parte vecinal, la Caja se comprometería a renunciar a las hipotecas a cambio de promover la construcción de viviendas en unos terrenos embargados al señor Coca. La comisión vecinal llegó a un acuerdo con la cooperativa Copozo para la construcción de esas viviendas. Sin embargo, en estos momentos la Caja parece no estar interesada en la operación y mantiene su derecho a cobrar las hipotecas. En este sentido, el pasado día 18 uno de los afectados recibió una carta de la sección de préstamos de la Caja en la que le daban treinta días de plazo para abonar los recibos pendientes.
Esta carta y la falta de respuesta de la Caja a la propuesta de negociación para suprimir las hipotecas fueron los motivos por los que ayer, prácticamente todos los afectados intentaron bloquear y paralizar el trabajo en la sede central de la Caja de Ahorros. Ante la avalancha de vecinos afectados que pretendía abrir cuentas por veinticinco o cien pesetas, las múltiples equivocaciones a la hora de rellenar impresos y acciones semejantes, para paralizar el trabajo, uno de los responsables del establecimiento, Luis González, comunicó verbalmente a todos los clientes que no se podían abrir cuentas con cantidades inferiores a mil pesetas. También se observó escasez de impresos y falta de colaboración por parte de los empleados para los vecinos que alegaban no saber escribir y requerían ayuda para presentar la petición de una cuenta corriente. Pese a todo, consiguieron abrir cerca de un centenar de cuentas.
Fernando Utande, relaciones públicas de la Caja de Ahorros, explicó en una nota enviada a EL PAÍS que la hipoteca de las cuatrocientas viviendas fue realizada por Maor, SA, en 1970 y que la operación se encuentra inscrita en el Registro de la Propiedad número nueve de Madrid. Señala después que desde hace un año la Caja ha paralizado la reclamación de los préstamos hipotecarios.
Respecto a la propuesta de los afectados, la nota afirma que «la solución ofrecida a través de Copozo presenta dificultades jurídicas y urbanísticas insalvables». El escrito concluye asegurando que la Caja, «aun sin ser responsable del perjuicio económico causado, mantendrá las reuniones necesarias para buscar una solución satisfactoria para todos y que su única condición irrenunciable es dejar a salvo la integridad de los derechos económicos de sus impositores».
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