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Urge la ley del servicio exterior y la de cooperacion internacional

El ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, afirmó ayer ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso que en el discurso que pronunciará en los próximos días ante la Asamblea General de las Naciones Unidas sólo abordará las cuestiones que figuran en la agenda de la sesión plenaria ante la ONU.

El ministro, que destacó en su intervención que «España no ha incluido en sus documentos y comunicados oficiales ninguna cláusula antihegemónica», señaló que su departamento espera con interés la próxima aprobación de las leyes relativas al servicio exterior y a la cooperación Internacional española.El primer responsable de la diplomacia española compareció a lo largo de más de tres horas ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, que esperaba desde el mes de abril, como lo apuntó el diputado socialista Manuel Marín, una completa información sobre la acción exterior del Gobierno. El ministro respondió ampliamente a una docena de preguntas escritas, con un sinfín de apartados, y a múltiples interrogantes orales de los distintos portavoces de los grupos parlamentarios. El ministro estuvo evasivo y no descubrió nada nuevo a los diputados, entre otras cosas porque éstos, esencialmente los de la oposición, presentaron cuestiones generales, sin precisiones, que permitieron al señor Oreja el desbrozar, a su manera, los temas con un alarde de cifras y fechas, pero sin entrar en el fondo político de los distintos temas.

La unidad de la política exterior, Europa Comunitaria, OTAN, Sahara, Gibraltar, no alineados, Ceuta y Melilla, Latinoamérica, Guinea Ecuatorial, Africa y Asia, relaciones con la URSS y Estados Unidos fueron temas, entre otros, debatidos en la sesión de manera muy superficial. Cabe destacar, no obstante, que el ministro -en previsión del revuelo que organizó su último discurso ante la ONU, calificado por algunos sectores políticos de tercermundista- puntualizó que en su próxima intervención ante la Asamblea de las Naciones Unidas sólo abordará, «como es costumbre», dijo el señor Oreja, los temas incluidos en la agenda de la sesión, lo que significa que no entrará en el debate OTAN o tercermundismo. Asimismo, el señor Oreja precisó, con referencia a los discursos del rey don Juan Carlos en China y de Suárez en Brasil, que España no ha incluido en sus documentos oficiales la llamada cláusula antihegemónica, y que se limitó a declarar su preocupación sobre el potencial militar de las superpotencias.

El ministro reiteró sus declaraciones contrarias a la denuncia del acuerdo tripartito de Madrid sobre el Sahara y señaló, respecto a la OTAN, que «el Gobierno planteará en su día su candidatura al ingreso en la OTAN y que buscará para ello un amplio apoyo parlamentario». El ministro no dio fechas sobre dicha candidatura ni precisiones sobre lo que entiende como «amplio apoyo parlamentario».

En las distintas intervenciones de los grupos parlamentarios hay que destacar la del diputado socialista Manuel Marín, quien acusó al Gobierno de utilizar la persona del Rey en política exterior para mejorar la imagen del presidente Suárez. El diputado se refirió a los llamados viajes difíciles del Rey (Argentina) y a los fáciles del presidente del Gobierno. Asimismo, el señor Marín señaló que le parecía correcta la crítica a la declaración de Fidel Castro contra la candidatura de España en la OTAN -calificada de injerencia por el Gobierno español-, pero pidió igual trato para declaraciones favorables de primeros políticos norteamericanos, citando al ministro Brown, al general Haig y al embajador de Estados Unidos en Madrid, señor Todman. El ministro pidió al diputado textos concretos y éste renunció a dar precisiones.

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Derechos humanos y Gibraltar

Seguidamente, el también diputado socialista Jerónimo Saavedra pidió la denuncia de los acuerdos de Madrid, y su colega Pablo Castellano hizo una declaración en la que llamó ambigua a la política de derechos humanos del Gobierno, y puso de ejemplo la lista de españoles desaparecidos en Argentina y declarados muertos por el Gobierno del general Videla.

Por la Minoría Catalana habló el diputado Maciá Alavedra, quien calificó de confusa e incomprensible la política exterior del Gobierno. Gregorio López Raimundo lo hizo por el Grupo Comunista, afirmando que la entrada de España en la OTAN disminuiría las posibilidades de la política exterior en América Latina y Africa.

El representante del grupo andalucista, Juan Carlos Aguilar, pidió al ministro la apertura de la verja de Gibraltar y que, en sus próximas negociaciones con Estados Unidos, sea suprimida la base conjunta de Rota. Cerró el turno de intervenciones Blas Piñar, por el Grupo Mixto, quien también declaró confusa y contradictoria la política exterior del Gobierno y destacó su preocupación por el futuro de Ceuta y de Melilla.

A todas estas intervenciones respondió el ministro con datos, pero también con evasivas en lo que al fondo de las cuestiones planteadas se refiere. Sobre el debate OTAN el ministro se permitió incluso recordarle a la oposición que un parlamentario socialista (Fernando Morán) había destacado recientemente el carácter occidentalista y no neutralista de España, lo que causó revuelo e indignación en las filas del Grupo Socialista.

Finalmente, hay que señalar que el ministro declaró que había informado a los portavoces de los grupos centrista, comunista, socialista, minorías catalana y vasca y de Coalición Democrática de las líneas generales de su próximo discurso ante las Naciones Unidas, lo que provocó protestas de andalucistas y del Grupo Mixto.

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