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Polémico secuestro del semanario satírico "Il Male"

Juan Arias

La polémica acerca del semanario satíríco más popular de Italia, Il Male, se está convirtiendo en un caso nacional, que divide a las fuerzas políticas, y que ha vuelto a poner sobre el tapete el espinoso problema de si debe continuar en vigor la ley promulgada durante el régimen fascista que admite el delito de opinión.Este semariario de sátira política ha sido secuestrado cuarenta veces en menos de dos años, condenados dos directores a dos años de cárcel y detenido hace unos días el tercer director por haber distribuido por las calles de Roma y a la puerta del Parlamento un número secuestrado porque publicaba la fotografía de fila de gente que, según el semanario, compraba a 500 liras botellas de agua de la piscina donde nada el papa Wojtyla.

La revista, que nació, con limitadísimos recursos, fue fundada por un grupo de jóvenes que habían vivido la experiencia inconformista del 68, entre ellos un hijo de Benigno Zaccagnini, secretario general de la Democracia Cristiana. Il Male tiene sólo dos años de vida y se ha convertido en un problema a escala nacional. Vende más de 120.000 ejemplares; los redactores ganan más de cien mil pesetas al mes di sueldo y varios países de Europa empiezan a solicitar la difusión de esta revista iconoclasta.

En dos años de vida ha dedicado tres portadas y 37 viñetas al papa Wojtyla; 32 a Enrico Berlinguer, secretario general del Partido Comunista italiano; dieciocho a Bettino Craxi, secretario general del Partido Socialista, y otras tantas a Giulio Andreoti, uno de los principales líderes de la Democracia Cristiana. Ha atacado veinticinco veces a los carabineros y una infinidad de veces a los más famosos magistrados de la nación.

Las fuerzas políticas están muy divididas sobre Il Male. Los comunistas soportan, con mucho malhumor, la revista y la atacan con dureza. Los democristianos, que son los más atacados por ella, la atacan menos, pero hacen todo lo posible para secuestrarla el mayor número de veces posible. Los más favorables son los socialistas, y los más entusiastas los radicales, uno de cuyos líderes, Franco Spadaccia, senador, ha sido incluso durante seis meses el director responsable de la revista.

El hecho de que buena parte de los secuestros coincida con «irreverencias papales», ha hecho pensar que la orden de secuestro haya venido del Vaticano. Pero fuentes cercanas al Papa han asegurado que la Santa Sede nunca ha intervenido, y dan como prueba el hecho de que el diario vaticano L'Osservatore Romano ha ignorado siempre al semanario.

Más aún: dicen que el Papa se divirtió mucho con el famoso número que imitaba el diario comunista polaco Trybuna Ludu, durante el viaje del Papa a Polonia el pasado mes de junio. El número estaba escrito íntegramente en polaco, y en su primera página daba la sensacional noiticia de que Edward Giereck, secretario general del Partido Comunista polaco, había dimitido y que Karol Wojtyla había sido elegido rey de Polonia con el nombre de Karol I. Varios ejemplares lograron filtrarse en Polonia, creando gran desconcierto entre la gente.

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