Venta ambulante
Con respecto al conflictivo tema de la venta ambulante, y antes de que se apruebe la ordenanza correspondiente, me gustaría puntualizar:1.º Estoy de acuerdo con la venta ambulante, ya que, al margen de la picaresca en la calidad, pesos, etcétera, abarata de alguna forma el mercado, sirviendo para ocupar a una relativa cantidad de parados y dando una nota de color
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en estas ciudades, grises y tristes, que tenemos que habitar.
2.º Esta normativa se debe aplicar con seriedad y rigor, sin privilegios, que no dependa su aplicación de la posible arbitrariedad de los agentes municipales, de su disponibilidad, o de la influencia o el humor de los comerciantes de la zona.
3.º Se deben habilitar lugares apropiados, más o menos fijos, para este tipo de venta, siendo importante que dichos lugares no interfieran el tránsito de vehículos o personas, diferenciando entre los posibles productos para vender y teniendo especial cuidado con aquellos que irremediablemente generan suciedad.
4.º Por último, destacar que, sí bien los gritos de un afilador o un chatarrero entran dentro de lo cotidiano, es inadmisible la utilización de megáfonos y altavoces que sobrepasen los niveles de decibelios que señala el artículo 6.º de la ordenanza municipal relativa a la emisión de ruidos.