Novelista surafricano se enfrenta con la censura de su país

Andre Brink, famoso novelista surafricano, acaba de lanzar su propia guerrilla literaria contra la censura oficial.El arma escogida por el escritor es su último libro, titulado Endroe wit seisoen (Un estéril período blanco), cuyo original ha enviado directamente, sin pasar por la censura, a un editor, a quien ha ayudado a encontrar 2.000 suscriptores. «Si me lo prohiben ahora, por lo menos lo habrán leído ya 2.000 personas», ha comentado el autor.

Sin embargo, Brink mantiene la esperanza de que su actitud obligará al Gobierno a suavizar el rigor de la censura.

Andre Brink, de 43 años, es profesor de Lengua y Literatura Afrikaans (idioma de Suráfrica derivado del holandés, hablado por los boers) en la Universidad Rhodes, sita en la provincia oriental de Ciudad del Cabo, y uno de los líderes más destacados entre los intelectuales que luchan por la libertad de expresión en Suráfrica. Entre los escritores afrikaans prohibidos figuran, además del propio Brink, Nadine Gordimer y, Etienne le Roux, y entre los occidentales, novelistas de la talla de! John Updike, Georges Simerton, John Steinbeck, Iris Murdoch y George Orwell.

El profesor Brink está en. posesión del Premio Princesa Gerrilids, fundado por la reina Juliana de Holanda, y el pasado año quedó sernifinalista entre los aspirantes al premio Booker, en Inglaterra.

Hace unos,años decidió, con otros tres escritores, abandonar a su editora habitual, Taurus, por su negativa a aceptar una de sus novelas ante el temor de que fuera prohibida, como lo había sido otra anterior, titulada Kennis van die aand (Mirando a la oscuridad), cuyo tema era un idilio amoroso entre una joven de color y un hombre blanco.

La novela rechazada, Oomblik ín die wind (A instancias del viento) se editó, y durante diez días pudo adquírirse por correo a reembolso. Esto ocurrió hace ya cuatro años, y fue el principio para que la Taurus compilara una lista de suscriptores, que posteriormente adquirieron otras obras de Brink y de otros autores.

Las obras de Brink son ahora editadas y distribuidas por la Taurus según el sistema descrito, cuyo único fallo, al parecer, es que en vez de venderse de 3.000 a 5.000 ejemplares de cada obra, lo cual ocurriría por el sistema normal, las adquieren sólo los 2.000 suscriptores, ninguno de los cuales se ha mostrado insatisfecho.