El presidente Sadat inicia su tercer viaje al Estado hebreo
El presidente Anuar el Sadat salió ayer hacia Israel en su tercera visita al Estado judío en los tres últimos años, y para celebrar cruciales conversaciones con su,«amigo» el primer ministro Menahem Begin, sobre cuestiones relacionadas con Jerusalén y la autonomía palestina. Sadat realizará el viaje a borde del yate presidencial Al Horreya, que zarpará de Port Said escoltado por destructores y cazas a reacción. El yate, que en otro tiempo perteneció al desaparecido rey Faruk, se espera que llegue al puerto israelí de Haifa el martes por la tarde, después de realizar una travesía de veinte horas.En vísperas de su partida, Sadat pronosticó que sus conversaciones de alto nivel con Begin -al que se refirió por su primer nombre, «Menahem», y le calificó de «amigo»- abrirán el camino a la consecución de una paz general en Oriente Próximo para finales del presente año.
«Espero que para finales de año alcanzaremos un acuerdo, no solamente en lo referente a la cuestión de la autonomía, sino también acerca de Jerusalén. Soy optimista por naturaleza», dijo Sadat el sábado.
El presidente no explicó las razones en que basaba su optimismo. Es un hecho sobradamente conocido que continúa existiendo una profunda discrepancia en las posiciones egipcia e israelí en tomo a la autonomía palestina y a Jerusalén.
El Cairo favorece una fuerte autoridad autónoma que se encargue de los asuntos de la Cisjordania y la franja de Gaza por un período de transición de cinco años, al término del cual los palestinos podrían obtener el derecho a la autodeterminación.
Israel, por su parte, opina que el poder que se podría Otorgar a una autoridad autónoma debe quedar limitado a cuestiones administrativas, y se opone a la autodeterminación palestina y a la división de Jerusalén.
«Voy a Haifa», dijo también Sadat el sábado, «para conseguir la autonomía para los palestinos. Pero únicamente serán los palestinos quienes determinen su propio destino...; voy a Haifa para decir a Israel que debemos lograr que cristalice el tema de la autonomía. »
Aunque Sadat resaltó que no iba a Haifa como consecuencia «del Sinaí o del tratado de paz egipcio-israelí», en fuentes diplomáticas se pone de relieve que ciertas diferencias de criterio sobre los temas reseñados serán tratados en las conversaciones cumbre.
Entre éstas figuran las diferencias acerca de quién debería supervisar la retirada israelí del Sinaí, tras haber expirado el mandato de la fuerza de emergencia de las Naciones Unidas en julio último. Egipto y Estados Unidos llegaron a un acuerdo para que las fuerzas de emergencia fueran sustituidas por observadores de la organización supervisora de la tregua, de la ONU, pero Israel se muestra a favor de la creación de una fuerza multinacional no incluida dentro de la estructura de las Naciones Unidas.
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