Duro ataque de Fidel Castro contra EEUU, China y Egipto

Fidel Castro, en la inauguración de la VI Conferencia cumbre de Países no Alineados, en La Habana, atacó a Estados Unidos, China y Egipto, al tiempo que resaltó la amistad de su país con la URSS. Su intervención, que duró hora y media, fue de una dureza superior ala prevista. El dirigente cubano recordó en su intervención la ayuda soviética a la revolución cubana cuando ésta la necesitó y en momentos difíciles, según dijo. Castro también afirmó: «Nadie ha intentado decirnos jamás cuál ha de ser nuestro papel en el movimiento de los países no alineados.»

Respecto de Estados Unidos, acusó al Gobierno de Washington de haber obtenido una copia del documento final de la conferencia -realizado por Cuba-, y «mediante contactos diplomáticos intentar diversas presiones para cambiarlo». De ello afirmó tener «irrefutables pruebas».Arremetió contra China cuando se refirió a la invasión de Vietnam y calificó de «camarilla» los dirigentes de Pekín y de aliados del imperialismo.

Al referirse a Egipto y a los tratados de Camp David, el presidente cubano aseguró que es «imprescindible, cuanto menos», realizar una condena de Egipto. Habló también de «traición de Sadat» a los pueblos de Oriente Próximo, de su menosprecio por los palestinos, e «incluso a la traición al propio pueblo egipcio».

Uno de los apartados del discurso de Fidel Castro se refirió a algunos países de Latinoamérica y saludó la nueva situación nicaragüense, que «requiere de la ayuda y solidaridad de todos nosotros para llevar a cabo su reconstrucción », siendo muy aplaudido por los asistentes a la conferencia.

Con relación a Puerto Rico, Castro señaló que Cuba apoya los derechos de autodeterminación e independencia, «negada por Estados Unidos como potencia colonizadora».

También habló de Belice en el mismo sentido, y de Bolivia, diciendo que hay intereses imperialistas que «impiden su salida al mar».

Sobre Panamá, el presidente del país anfitrión de la sexta cumbre afirmó que Cuba apoya los derechos de Panamá a las justas peticiones y reivindicaciones sobre el canal, a la vez que condena las «maniobras del imperialismo en este tema».

Poco después de referirse a la independencia de Cuba, Fidel Castro señaló que «cada cual debe expresarse con libertad en el movimiento de los no alineados», y aunque existen temas polémicos y pueden surgir palabras fuertes, que nadie se sienta lastimádo por Cuba, «pues seremos serenos, pacientes, prudentes, flexibles. A ello nos atendremos en los años que Cuba presida el movimiento ».

El jefe del Estado cubano atacó duramente a Israel, tras recordar que fue un pueblo perseguido víctima de matanzas por parte de los nazis, «para hacer ahora lo mismo que hicieron con ellos».

Castro afirmó: «Respaldamos la solidaridad brindada por Vietnam a Campuchea». Dijo que Cuba dio facilidades a los representantes de Campuchea que pretendían estar presentes en la cumbre y aludió a los debates de estos días anteriores diciendo que, «si alguien se opone a la expulsión de Egipto, no se puede pretender la condena de Vietnam».

El desarme, la desnuclearización, los problemas energéticos y la escasez de recursos naturales y su dominio por los países desarrollados fueron otros de los temas que trató en su intervención el dignatário cubano.

Según Castro, los problemas económicos deben ser una de las principales preocupaciones de los no alineados. Habló del aumento dela deuda externa de los países subdesarrollados, que, según él, supone del orden de los 300.000 millones de dólares actualmente, que grava las economías de estas naciones con 40.000 millones de dólares en intereses cada año.

Después de recordar que en el área de los países subdesarrollados existen unos novecientos millones de personas adultas analfabetas, se refirió a la desigualdad de reparto de las riquezas.

Respecto de la política energética, Castro lanzó una llamada de ayuda para los países más pobres, que están en las manos de los países petrolíferos, «muchos de ellos representados aquí». Y señaló que las ganancias de esos crudos vendidos a los países desarrollados se invierten en los países capitalistas y sirven para vender y comprar armas con las que «colonizar» y atacar a los países también subdesarrollados.

Mientras tanto, en Belgrado, la prensa yugoslava, que en días anteriores había llamado la atención sobre la actitud de Cuba y su veto a Campuchea democrática, así como al discurso del ministro cubano Malmierca, volvió ayer a criticar ciertas actitudes del país anfitrión.

En un comentario que inserta el diario Politika, se afirma que algunos actos del país sede de la conferencia «no se parecen demasiado a las mejores tradiciones de la democracia, ni al respeto de los principios adoptados por el movimiento de no alineación desde su formación».

Hace mención el diario, en concreto, a la no concesión premeditada de pases y alojamientos a las delegaciones «indeseables», dejándolas prácticamente fuera del ámbito de la conferencia, actitudes que califica benignamente de «desagradables».