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Casi treinta atracos a bancos en Madrid durante el mes de agosto

Cerca de treinta atracos a bancos se produjeron en Madrid y principales pueblos de la provincia en los primeros veintiocho días del presente mes de agosto, con lo que la media de este tipo de asaltosal canza la cifra de uno diario. Esto, sin contar otros numerosos asaltos a establecimientos (de forma especial, farmacias), entre los que sobresale el atraco a mano armada de una joyería el pasado día 23 (véase EL PAÍS del 24 de agosto), en el que sus autores consiguieron un botín de cincuenta millones de pesetas en joyas.

Si bien es cierto que en ninguno de estos hechos. delictivos se alcanzó un botín superior a los cuatro millones de pesetas, el continuo goteo de atracos, que en ocasiones alcanzó la cifra de cuatro diarios (como fue el caso del pasado 28 de agosto), ha sido uno de los factores que más han contribuido a aumentar la psicosis de inseguridad ciudadana y de falta de protección que sufre el madrileño.Salvo en contadas ocasiones (menos de un 15%), los atracadores lograron perpetrar estos delitos impunemente, debido a varios factores, uno de los cuales enfrenta (si se admite este término) a la labor policial con la seguridad de los establecimientos bancarios. Por un lado, la policía se queja (véanse unas declaraciones del jefe superior de Policía de Madrid en nuestro periódico del pasado,3 de agosto) de que en muy pocas ocasiones las oficinas bancarias hacen funcionar los sistemas de alarma con que están dotados en los momentos de atraco, lo que dificulta notablemente su labor. Por otro, algunos sindicatos del sector se quejan de la inseguridad que padecen ante

la ola de violencia reciente, toda vez que la policía y los aparatos de seguridad en general, «dirigidos fundamentalmente a la protección del dinero, olvidan la seguridad personal de empleados y clientes», según se lee en un comunicado del comité de empresa del recientemente atracado Banco Comercial Occidental, y que es suscrito igualmente por Comisiones Obreras del sector.

Esta aparente impunidad con que se están atracando las sucursales bancarias trae como primera consecuencia, según se ha podido saber de fuentes policiales, que en un porcentaje muy mayoritario, sean jóvenes menores de edad los que cometen los atracos. E igualmente que sean las entidades más pequeñas, y en muchos casos las que cuentan con menores medidas de seguridad, las que sean objeto de asaltos armados. Se ha dado la circunstancia, en repetidas ocasiones, que los bancos atracados carecían en el momento del asalto de vigilantes jurados, cosa por otra parte obligatoria.

Del mismo modo, una simple ojeada al mapa que se adjunta permite ver que casi un 60 % de los atracos del mes se han producido en barrios o barriadas periféricas, donde el golpe por sorpresa y, la huida de los asaltantes resulta de mayor facilidad, a pesar de la fuerte vigilancia policial ert la calle, incrementada desde la toma de posesión del nuevo equipo ministerial en el pasado abril.

Frente a todo esto, el ciudadano de a pie tiene cada día mayor convencimiento de que los altracos a bancos, que están empezando a formar parte -pequeña, pero parte- del paisaje urbano de la ciudad, quedan en su mayoría impunes. Opinión que han corroborado a EL PAÍS en diferentes ocasiones altas fuentes policiales (véase nuestro periódico del pasado día 3), ya que a un delincuente detenido, la policía puede probarle una parte de los delitos que ha cometido, y «aunque ese delincuente pase a prisión por dos, o tres delitos probados por nosotros, tenemos el convencimi.ento de que en muchos casos ha cometido hasta diez, quince o veinte delitos, con lo que muchos de éstos quedan indirectamente impunes, aun cuando su autor esté en prisión», comentaba recientemente el jefe superior de policía.

Finalmente, es de destacar que las sucursales del Banco Central han sido las más atacadas durante este mes de agosto, con un total de seis sucursales, junto con otras de las Cajas de Ahorro y Monte de Piedad de Madrid, Banco Hispano Americano y Banco de Bilbao.

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