Godunov, principal bailarín del Bolshoi soviético, deserta en Estados Unidos
Alexander Godunov, una de las primeras figuras del famoso ballet soviético BoIshoi, desertó el jueves, en Nueva York, y pidió asilo político en Estados Unidos, sumándose así a la larga y espectacular lista de bailarines rusos que en los últimos años se han pasado a Norteamérica. Informa
Godunov, de treinta años de edad era el primer bailarín del Bolshoi, un prestigioso y mundialmente conocido ballet que tiene 125 miembros, y que durante el mes pasado estuvo actuando en el Lincoln Center, de Nueva York, dentro de una gira por Estados Unidos, que debía haber continuado por Chicago y Los Angeles.El paradero del famoso bailarín se desconocía ayer, aunque rumores no confirmados señalaban que se encontraba a bordo de un yate, propiedad de un millonario norteamericano, en aguas cercanas a Canadá. De este modo, Godunov tenía abierta la posibilidad de solicitar refugio en este país en caso de que Norteamérica le denegara el asilo político, lo que no sucedió.
El desertor abandonó también a su esposa, Ludmila Vlasova otra figura del ballet Bolsboi, y el diario New York Post aseguraba ayer, a toda página, que la mujer de Godunov era un agente de la KGB, la policía política soviética, y atribuía su información a fuentes del mundo del ballet.
Un portavo z de la famosa compañía de baile soviética declaró ayer que la acción de Godunov fue una total sorpresa y que nunca an tes un miembro del Bolshoi había desertado, pese a que el ballet viaja constantemente por todo el mundo y ha realizado once giras por Norteamérica. El bailarín faltó inesperadamente a un ensayo el miércoles por la tarde, lo que levantó las primeras sospechas de que algo raro estaba ocurriendo. Un día después, y sin que hubiera noticias sobre el paradero de Godunov, el Departamento de Estado confirmaba la petición de asilo político hecha por el bailarín, que fue respondida favorablemente.
Alexander Godunov comenzó a bailar en su ciudad natal de Riga, a la edad de nueve años y cuando sólo contaba diecisiete ingresó como bailarín en el también popular ballet Moiseyev. Rubio, alto y de complexión atlética, Godunov ha sido muy elogiado en Occidente durante, los últimos años y en una ocasión declaró su simpatía por el público norteamericano «porque le gusta el ballet».
Los tres bailarines soviéticos más famosos que se han pasado a Norteamérica en los últimos años han sido Natalia Makarova, Rudolf Nureyev y Mijail Baryshnikov, todos ellos miembros del ballet Kirov, de Leningrado. Nureyev, que desertó en París hace dieciocho años, pasa por ser el bailarín mejor pagado del mundo y se dice que cobra 6.000 dólares (360.000 pesetas) por cada representación. Natalia Makarova desertó en 1970 y es ahora una primera figura del American Ballet.
En cuanto a Mijail Baryshnikov, el mes que viene debuta en su cargo de director del American Ballet Theatre, después de una temporada con el New York City Ballet.
Según informaciones aparecidas ayer en la prensa neoyorquina, Baryshnikov estuvo en contacto con Alexander Godunov y le ayudó a preparar su deserción. Al parecer, el pasado domingo, después de que Alexander Godunov finalizara su representación de Romeo y Julieta, se entrevistó en secreto con Baryshnikov. Algunas informaciones situaban a los dos bailarines en el yate del misterioso millonario, a la espera de la concesión del asilo político.
Ninguno de los tres grandes bailarines que desertaron de la URSS alegaron motivos políticos, sino personales y, sobre todo, artísticos. Hace algún tiempo que Godunov se lamentaba en una entrevista de que sólo podía bailar una vez al mes dentro de la Unión Soviética, mientras que Baryshnikov dice repetidas veces que tuvo que elegir entre su satisfacción personal, es decir, permanecer en Leningrado, o su vida artística, que le llevó a desertar en 1974, durante una gira por Canadá.
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