Carter estudia su estrategia sobre el problema palestino
Mientras Jimmy Carter continuaba su crucero, mitad de vacaciones y mitad de campaña electoral, por el río Mississippi, un equipo de consejeros presidenciales discutió ayer, en la Casa Blanca, la estrategia norteamericana de cara al debate que, sobre la cuestión palestina, comenzará mañana, jueves, en el Consejo de Seguridad de la ONU.La reunión, a la que asistieron el vicepresidente Mondale, el secretario de Estado, Cyrus Vance, el consejero para asuntos de seguridad, Zbigniew Brzezinski, y el embajador volante para Oriente Próximo, Richard Strauss, deberá decidir esencialmente si Estados Unidos sigue adelante o no con su idea de presentar un proyecto de resolución al Consejo de Seguridad.
El embajador Strauss acaba de regresar de Israel y Egipto no sólo con las manos vacías, sino con el rechazo absoluto de Begin y el desinterés de Sadat hacia ese proyecto de resolución que patrocinaría Washington. Informaciones periodísticas señalaban ayer que ni siquiera el propio Richard Strauss está de acuerdo con el plan, que habría sido idea de Brzezinski y Vance.
El desmentido del Departamento de Estado a los rumores sobre un cisma dentro de la Administración Carter con referencia al problema de Oriente Próximo y, más concretamente, a la estrategia a seguir en las Naciones Unidas, no consiguió disipar el ambiente de tensión, avivado además por la reciente dimisión de Andrew Young y por las declaraciones de líderes negros que apoyan el derecho de los palestinos a la autodeterminación.
Estas declaraciones, producidas después de la entrevista celebrada el lunes entre dirigentes de la Conferencia de Líderes Cristianos del Sur (SCLC) y el representante de la OLP en las Naciones Unidas, Zehdi Labib Terzi, fueron recogidas con gran alarde tipográfico por la mayoría de la prensa norteamericana. Una entrevista «sin autorización» con Terzi provocó la salida de Andrew Young de su puesto como embajador ante las Naciones Unidas y lo que podría ser un serio roce entre las comunidades negra y judía de Estados Unidos.
El embajador dimisionario deberá presidir la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU prevista para el jueves. Una resolución presentada por Kuwait y apoyada por los árabes y el bloque del Este, así, como por parte del Tercer Mundo, pide la creación de un Estado, nacional palestino. Washington vetará, si llega el caso, esa resolución.
La otra opción, en la que se ha venido trabajando durante las últimas semanas, consiste en que Estados Unidos presente: al Consejo su propio proyecto de resolución sobre Oriente Próximo, que incluiría las resoluciones 242 y 338, junto con algún tipo de reconocimiento de los derechos de los palestinos, que excluya la creación de un Estado, y que pudiera recibir el beneplácito de Israel, de Egipto y de algunos palestinos moderados.
El fracaso del embajador Strauss en sus intentos de vender tal proyecto de resolución en El Cairo y Jerusalén podría traducirse en el abandono de la idea por el Gobierno norteamericano. Esa posibilidad, a la que aparentemente se oponen Vance, Brzezinski y el propio Carter, fue discutida ayer en la reunión de la Casa Blanca.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.