Estados Unidos intenta contrarrrestar la influencia soviética ante la "cumbre" de los no alineados

Esfuerzos encaminados a impedir que los temas más controvertidos estallen durante la próxima cumbre de los no alineados, en La Habana, del 27 de agosto al 7 de septiembre, y a la que asistirá España como país invitado, se llevan a cabo actualmente en la sede de las Naciones Unidas y en varias capitales del Tercer Mundo, señalan fuentes diplomáticas de Washington, informa la agencia France Presse.

La presencia española en la próxima cumbre, de la que fue informado en Quito el secretario de Estado norteamericano, Cyrus Vance, por Adolfo Suárez, ha sido aceptada con ciertas reticencias por Estados Unidos. Rehusando comentar a fondo este tema, el embajador norteamericano en Madrid, Terence Todman, se limitó a declarar ayer en Vigo que «España es un país soberano que actúa según sus propios criterios.»Por vez primera, Estados Unidos participa en estas negociaciones preliminares, de cuyos resultados puede depender que el movimiento, que agrupa a 93 naciones de América Latina, Asia y Africa, conserve su actual cohesión, más o menos teórica, o que, por el contrario, se acentúen sus divisiones reales, añaden los medios diplomáticos.

La intervención cubana en Africa, la invasión vietnamita en Camboya y el acercamiento entre Egipto e Israel ponen en juego los principios de la no alineación establecidos en 1961, en Belgrado, por los «padres fundadores» del movimiento: el mariscal Tito, de Yugoslavia; Gamal Abdel Nasser, de Egipto, y Yawahari al Nehru, de la India.

Sólo el líder yugoslavo sigue vivo para recordar las primitivas intenciones del movimiento, o sea, la independencia frente a los dos bloques y la unificación de los países del Tercer Mundo en torno a una política capaz de presionar a los grandes.

Las reuniones preparatorias de la cumbre de La Habana, que tuvieron lugar el año pasado en Belgrado y en Colombo, sacaron a la luz los principales puntos de controversia que afrontan los países no alineados.

Uno de estos puntos lo constituye la duda sobre el carácter de no alineados en Cuba, país que recibe entre ocho y doce millones de dólares diarios de la Unión Soviética, amén de una ayuda militar que ha transformado su Ejército en uno de los más poderosos de América Latina.

Además, la caída del régimen de Pol Pot, a consecuencia de una invasión vietnamita en Camboya, constituirá, posiblemente, en La Habana, el primer escollo serio, puesto que se planteará el problema de la «representación legítima» camboyana.

Finalmente, la intención de ciertos paises, sobre todo árabes, de que Egipto sea expulsado del movimiento es interpretada generalmente como tercer gran tema que divide a los no alineados.

La influencia de Washington

Relativamente indiferente hasta hace poco de cara al movimiento, Estados Unidos ha decidido usar su influencia en algunos países del Tercer Mundo para impedir que se desarrolle una corriente calificada en Washington de «pro soviética».Cuba aparece como líder de esa corriente que intenta presentar a la Unión Soviética y a los países situados en su órbita como «aliados naturales» de los no alineados. La diplomacia yugoslava parece operar en la misma dirección que la norteamericana. La presencia, la semana pasada, de una delegación yugoslava de alto nivel en Buenos Aires, ha sido considerada por fuentes informadas como un intento de Belgrado por hacer desempeñar a Argentina un importante papel en la cumbre.

El peligro de una división, que daría lugar a un enfrentamiento entre las diferentes tendencias, hace esperar a ciertos círculos que podría llegarse a un acuerdo para silenciar estos problemas antes de la apertura de la conferencia.

Todo parece indicar que los temas conflictivos van a centrarse sobre un problema aparentemente formal: la composición y las atribuciones del futuro comité de coordinación de los no alineados que será nombrado en La Habana.