Realismo en el tema del Sahara
«Con la petición de ser recibido en Rabat, algunos días después de haber concluido una "paz definitiva" con el Polisarío, el jefe del Gobierno mauritano no podía, evidentemente, esperar ser bien recibido. Aunque ejerciendo visiblemente la impasibilidad aparente en el arte de saber aceptar los malos tragos, los marroquíes, en palabras de su ministro de Asuntos Exteriores, estimaban que su huésped había "violado compromisos solemnes".Para dar libre curso a suarnargura y quizá, lo que sería más consecuente, expresar su esperanza de la llegada al poder de un nuevo equipo en Nuakchott, los marroquíes han permitido que un oficial disidente del Ejército mauritano, acusado de "malversación" por su Gobierno, hiciese un llamamiento desde su capital, el mismo día de la visita a sus compatriotas a una revolución contra la "capitulación de dirigentes irresponsables y traidores a sus alianzas" ( ... ).
Al acomodarse bien que mal al hecho de la defección mauritana y al comprometerse incluso a permanecer en buenos términos con el aliado de ayer, Marruecos da pruebas de habilidad y de realismo. En buena lógica, esta actitud parece indicar que Hassan II no intentará provocar la "guerra de los tres días" con el vecino argelino
En el plano diplomático, una de las soluciones teóricamente concebibles, que hubiera sido la emergencia de una especie de Estado federal mauritano-saharaui aceptado, a falta de una solución mejor, por el Polisario, ha, sin embargo, desaparecido. El referéndum preconizado por la OUA es de muy difícil realización y Rabat ha rechazado a priori su organización en un territorio cuya "marroquinidad", desde su punto de vista, no es negociable ( ... )
, 13 de agosto.
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