Escasa incidencia de la huelga de gasolineras

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Las cifras facilitadas durante toda la jornada por las partes afectadas fueron distanciándose hasta llegar, incluso, a ser contradictorias.

CAMPSA y los ministerios de Trabajo y del Interior coincidían, en sendas notas, en que la incidencia de la huelga fue escasa y afectó tan sólo de setenta a ochenta gasolineras. La oscilación fue debida a que en muchos centros de trabajo se produjeron aperturas o cierres durante la jornada, de acuerdo con la resolución de las distintas asambleas. Según estas fuentes oficiales, el número de trabajadores que secundaron la huelga no superó el 3%, localizándose fundamentalmente las irregularidades en las provincias de Madrid, Guipúzcoa, Tarragona, Navarra, Córdoba y Alicante.

El Ministerio del Interior señaló que, de las 464 estaciones en las que estaba presente la Policía Nacional, tan sólo en nueve tuvieron sus agentes que servir directamente la gasolina. CAMPSA, concretamente, especifica que sólo ochenta siguieron la huelga y de ella! diez fueron intervenidas por estar integradas en la red estratégica (integrada por 436 estaciones de servicio) cuyo funcionamiento se ha estimado imprescindible. Las cuarenta estaciones de servicio propiedad de CAMPSA y los 1.774 aparatos surtidores que hay distribuidos por el país están en perfecto estado de funcionamiento.

Aglomeraciones el domingo por la noche

Fuentes de CAMPSA comunicaron a EL PAIS que durante la noche del domingo se registraron aglomeraciones en algunos puntos de suministro, como consecuencia del anuncio del conflicto. La compañía ha puesto en marcha un servicio permanente de veinticuatro horas, que garantizará en todo momento el abastecimiento. CAMPSA se considera ajena a este conflicto entre trabajadores y empresarios.

En contraste con todos estos datos, representantes de las centrales sindicales CCOO, USO, CSUT y SU, que han secundado la huelga, manifestaron ayer en una rueda de prensa que la convocatoria está siendo muy positiva. Los datos que presentaron los sindicalistas arrojaban una incidencia de la huelga en el 75% de los trabajadores del sector, que suponía el ciento por ciento, en Córdoba; el 50%, en Málaga; el 70%, en Asturias; el ciento por ciento, en Valencia; el 75%, en Guipúzcoa; el 50%, en Cádiz; el 30%, en Huelva, Almería y Jaén; el 50%, en Zaragoza; el 78%, en Madrid; el 60%, en la provincia de Barcelona, y sólo el 20% en la Ciudad Condal.

Se insistió repetidas veces en el hecho de que, aunque los usuarios no vean la huelga, no significa que no exista; «las gasolineras de CAMPSA y las unifamiliares», dijeron, «no han parado y muchos de los establecimientos que formularon la petición legal de huelga están regentados por la policía.»

Los representantes sindicales que participaron en el acto calificaron de incorrecta la postura del Gobierno, al, intentar paliar los efectos del conflicto, porque «atenta contra el derecho de huelga que reconoce la Constitución», y reafirmaron la convocatoria de huelga (prevista hasta el día 16).

La UGT, por su parte, no se sumó a la convocatoria y aseguró que la incidencia fue mínima. Se negó a facilitar datos detallados sobre la marcha del conflicto y censuró de intransigentes a los empresarios por no aceptar las negociaciones sin una desconvocatoria previa de la huelga, y a CCOO, por retrasar la marcha de las mismas.

A primeras horas de la tarde de ayer se celebró una reunión informal entre el presidente de la Confederación Española de Estaciones de Servicio, un representante de CCOO y otro de UGT, para estudiar una posible vía de solución al conflicto. El intento resultó nuevamente inútil, al mantener las partes sus respectivas posturas.

Cinco gasolineras cerradas en Cataluña

La patronal, por su parte, decidió no hacer una valoración sobre el alcance de la huelga, que considera ilógica, «ya que las cifras», dijo uno de sus portavoces, «son suficientemerte elocuentes». Como datos referenciales señaló que, de las 672 estaciones de servicio que hay en Cataluña y Baleares, sólo cinco (todas ellas de Tarragona), permanecieron paradas. Al mediodía, los propios trabajadores de tres de ellas estaban decidiendo la vuelta al trabajo.

Durante toda la jornada no se registraron incidentes importantes de alteración de orden público. Tan sólo, un trabajador fue detenido por la mañana al negarse a servir gasolina a un coche de la Policía Nacional; fue puesto en libertad pocas horas después. O tros once trabajadores fueron detenidos en la localidad asturiana de Cangas de Onís, dieciocho en Silla (Valencia) y otros tres en Madrid, todos ellos por integrar piquetes de huelga. Según fuentes de CCOO, en algunas gasolineras intervenidas por CAMPSA, «la policía obligó a los trabajadores a permanecer en sus puestos».