Actitud moderada de Cuba ante la "cumbre" de no alineados
Cuba, eue en un principio parecía querer imponer una línea dura en la próxima «cumbre» del movimiento de los 87 países no alineados en La Habana, se inclina ahora hacia un compromiso, incluso en las cuestiones controvertidas de la suspensión eventual de Egipto y de la representación de Camboya, según estiman los observadores en la capital cubana.Consciente de la importancia del acontecimiento para el régimen de Fidel Castro, acusada por China de ser «el caballo de Troya de la URSS», destinada, por añadidura, a presidir durante tres años a los no alineados, Cuba ha moderado su concepción habitual del movimiento como «aliado natural de los países socialistas» en beneficio de un llamamiento a la cohesión. Los organizadores de la sexta conferencia en la «cumbre» de los jefes de Estado de los países no alineados, que se celebrará por primera vez en un país de América Latina, del 4 al 7 de septiembre, tienen una tendencia cada vez más acusada a renunciar a su vocación de líder -por otra parte hipotética y discutida- para limitarse a un papel de arbitraje. Esta evolución se ha acentuado en las últimas -declaraciones de los dirigentes cubanos, cuyo país es uno de los veintiún fundadores del movimiento que han asistido a todas las «cumbres» desde su creación, en 1961, en Belgrado.
«El clima internacional actual no se caracteriza de ningún modo por los conflictos entre los países «no alineados», acaba de declarar el ministro cubano de Asuntos Exteriores, Isidoro Malmierca, en una entrevista publicada el martes en Moscú -hecho significativo- por la revista Socialismo, Teoría y Práctica.
Ya en Colombo, el ministro había eludido la cuestión de la representación de Camboya, planteada por la presencia simultánea de los delegados del nuevo régimen de Heng Samrin, apoyado por Vietnam, y del antiguo gobierno jmer rojo de Pol Pot. En cuanto a la suspensión o a la exclusión de Egipto como consecuencia del tratado egipcio-israelí, no la había abordado más que bajo el ángulo de la condena del tratado. Estos temas de fricción, «congelados» en Colombo, parece que ya no son abordados en términos de ruptura o de exclusión por la mayoría del movimiento.
En lo que se refiere a Egipto, los países de la Organización para la Unidad Africana, mayoritarios entre los no alineados, con 49 miembros, acaban de dar el ejemplo en su «cumbre» de Monrovia no citando a Egipto en la condena.
De todas formas, las tentativas de exclusión contarían con la oposición del bloque de los padres fundadores del movimiento: India, Sri Lanka y sobre todo Yugoslavia. En este sentido, hay que destacar la presencia en La Habana del mariscal Tito, único jefe de Estado que ha asistido a todas las «cumbres» y que estas últimas semanas ha multiplicado sus esfuerzos para impedir cualquier exclusión y cualquier alineamiento en las posiciones soviéticas o chinas.
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