El humor domina el verano cultural gallego
Festivales en La Coruña y Viveiro
Algo tiene el verano para los gallegos, que les hace pensar en el humor hasta el punto de festejarlo solemnemente. Dentro de pocos días, La Coruña va a ser escenario de una nueva edición del Festival de Cine de Humor y, antes todavía, la localidad lucense de Viveiro será escenario del VII Rallye Internacional del Humor.La primera de estas manifestaciones va a vivir esta vez su primera experiencia, planteada desde el nuevo concepto de una administración municipal con peso mayoritario de la izquierda y con el fiel de la balanza situado en el campo del nacionalismo gallego, ya que el alcalde coruñés, Domingo Merino, es reconocido militante del Partido Socialista Galego y como candidato de la coalición nacionalista Unidade Galega, fue elegido para el cargo que ostenta en la actualidad, a pesar de las dificultades que le puso determinada derecha nostálgica local y de parte del centro político coruñés.
El Festival de Cine de La Coruña se ha venido desarrollando siempre con más pena que gloria, y con más pretensiones formales de internacionalismo que aciertos auténticos a la hora de exponerse como la única muestra cinematográfica que Galicia ha desarrollado por todo lo alto durante los años del franquismo. El incipiente cine gallego, sus promotores y realizadores le han achacado casi rutinariamente el defecto de haber sabido inscribirse realmente en el proceso cultural del País Gallego y de haber practicado en todas sus ediciones acusada desconexión con respecto a lo que en Galicia preocupaba en cada momento desde el punto de vista cultural.
Sus mantenedores se han defendido siempre alegando que no se trataba de un festival en el que el cine y el hecho cultural gallego en general fueran los sectores principales, sino de la ocasión propicia para que Galicia viera, desde La Coruña, la marcha mundial del cine gallego. Por otra parte, añadían los promotores oficiales del festival que al cine gallego se le ha dado siempre la debida oportunidad a través de exhibiciones paralelas.
Otra acusación que ha pesado sobre la muestra coruñesa es la de que ha habido muchas veces mayor preocupación por la pompa mundana y por la espectacularidad oficialista que por la calidad intrínseca de los filmes y por la incidencia popular que el festival podía haber llegado a tener.
El humor gallego se va a demostrar también, aunque sólo sea tal vez a través de la falta de imaginación, a juzgar por muestras anteriores, en la VII edición del Rallye Internacional del Humor, que va a tener lugar en Viveiro el día 12. Realmente esta competición, con premios que van desde las 100.000 pesetas hasta las 10.000 pesetas, nació como iniciativa promotora y atrayente del turismo de la zona. Se trata de que «toda persona que goce de inquebrantable buen humor» demuestre su ingenio a través de una serie de pruebas en las que el jurado podrá pedir, «en el momento menos pensado, el objeto más insospechado», desde una póliza, un sereno, una novia o un duplicado.
En el fondo se trata de resucitar cierto troyismo inocente y de fanfarria con el que tejer la serpiente del verano local. La crisis económica, el fantasma nada irreal del terrorismo, las prisas y las cuitas cotidianas hay que olvidarlas como sea para que la colonia veraneante local, entre la que se encuentra a los dos hermanos Arias Salgado y el presidente del Real Madrid, entre otros notables, goce como es de menester de la estival felicidad.
Es poco imaginable que los ilustres veraneantes de Viveiro se animen a concursar el domingo. Las bases indican que es obligatorio presentarse con vehículo, «sea cual sea su tipo, clase y modo de tracción». Habrá premio especial para el equipo «que presente el móvil más raro, atávico y siniestro».
Babelia
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