Aumenta la exportación, subsiste la crisis en España

La exportación de libros españoles ha experimentado un fuerte incremento en los cinco primeros meses de este año con relación al mismo período del año pasado, mientras que el aumento de la importación ha sido moderado, según los últimos datos facilitados por el Instituto Nacional del Libro Español (INLE).Desde enero a mayo de este año se han exportado libros por valor de más de 8.000 millones de pesetas, mientras que el año pasado esta cantidad fue de algo más de 6.000 millones de pesetas. Las importaciones realizadas en los cinco primeros meses de este año alcanzan un valor de algo más de mil millones y medio de pesetas, mientras que el año pasado, en mayo, sólo habían llegado a poco más de mil millones de pesetas.

En los cinco últimos años el valor de las exportaciones de libros ha ascendido desde unos 8.000 millones y medio de pesetas (en 1974) hasta la cifra de casi 18.000 millones alcanzada el pasado año. Fue a partir del año 1976 cuando se comenzó a registrar un fuerte incremento en el valor de las exportaciones, que se llegó a doblar prácticamente en tres años.

Por el contrario, las cantidades pagadas por importación de libros en estos últimos cinco años han mantenido un débil incremento, a excepción de 1975, en que el valor disminuyó en unas 100.000 pesetas.

A pesar de estos aumentos de exportación, los empresarios y libreros españoles continúan insistiendo en la crisis del libro. Para el presidente del Gremio de Editores de Madrid, Erich Ruiz, que muestra sus preocupaciones en el último número de la revista especializada, Edición, las causas de la crisis se deben, fundamentalmente, a la debilidad estructural de la propia sociedad española, «que hace que nos movamos en una situación tercermundista en lo que se refiere a los bajos índices de lectura, (cerca del 60% de los españoles no compran libros)». Tampoco deben descartarse como causas de la crisis los elevados costos de comercialización, la competencia de los puestos callejeros, la oferta de libros y la venta de libros de texto en colegios y otros cuentos, la falta de medios profesionales y la falta de interés por parte del Estado de promover hábitos de lectura.