La Albufereta alicantina sigue llena de bañistas, como cada año
De las nueve muestras de agua analizadas para conocer el grado de contaminación de las playas de la ciudad de Alicante, tan sólo dos playas han sido calificadas por la Delegación Territorial de Sanidad como de «alta contaminación». Las restantes están consideradas como litoral no contaminado. De las dos contaminadas, tan sólo la de La Albufera registra considerable afluencia de público, ya que la segunda, la playa de Babel, tiene desde hace varios años grandes carteles en los que se expresa la prohibición de bañarse en sus aguas.
Sanidad viene recogiendo puntualmente todos los años, en distintas ocasiones, muestras de agua de las playas para su análisis. Pero ha sido éste el primer verano que dichos análisis han sido hechos públicos. Así lo anunció el alcalde, el socialista José Luis Lassaletta, al principio del verano. «No se trata de alarmar a la gente, tan sólo de que estén enterados de cuál es la situación real de las playas.»Y como no se trata de alarmar a nadie, Sanidad, junto con el informe técnico donde da cuenta del número de escherichia coli nmp que debe haber para hablar de zonas contaminadas, ha informado también sobre los efectos clínicos que pueden repercutir en los bañistas, indicando que «ha de mediar una gran ingestión de agua en las zonas de alta contaminación para que pueda producirse un proceso gastroenterítico».
Al mismo tiempo que recuerda que «los procesos dermatológicos que a veces se imputan a la contaminación de las aguas del mar son producidos más por la disminución de la defensa de las personas, debido a eritemas solares o quemaduras de mayor intensidad, así como a la sudoración y contactos interpersonales ante la superpoblación que se produce en las playas».
Si en el Ayuntamiento consideran que la situación no es alarmante, ni hasta el momento se tienen noticias de repercusiones negativas por este hecho, en Sanidad la opinión es muy similar: «La situación de las playas es parecida a la de otros años. Aquí hemos recibido algunas llamadas de personas que preguntaban, preocupadas, si había algún motivo de alarma. Nosotros les contestamos que no, que pueden bañarse tranquilamente, siempre que eviten beber agua del mar en abundancia. Que la contaminación es un problema de todo el Mediterráneo, y que en algunos puntos se presenta con más fuerza por estar próximos a zonas de vertidos.»
La repercusión que todo este tema pueda tener en el turismo es lo que más preocupa al conseller de turismo del País Valenciano: «El sector es lógico que esté ofendido, porque se da demasiada importancia y trascendencia a un tema viejo, y también por la inmadurez de los políticos que se dedican a airearlo. Se está sembrando un alarmismo que sólo sirve para arruinar una industria que ha sido muy positiva en el desarrollo alicantino.»
Claro es que los veraneantes no parecen prestar mayor atención al problema. Y las playas se siguen llenando de gente. «Mire», decía una señora, «mi hijo se pasa todo el día en el agua. Parece un pez. Y así desde los primeros primeros días de julio. Y no le pasa nada.» Otra señora, también en la playa de La Albufereta, no se resigna a quedarse sin su baño diario por una contaminación de más o de menos. «Yo veo que la playa está siempre llena de gente, y no sé de nadie a quien le haya pasado nada. Llevo muchos años viniendo aquí a bañarme y no veo que este año esté más sucia o más contaminada que otros.»
Otro señor, en bañador y al sol, va un poco más allá: «Han llegado a decir que este año viene menos gente por culpa de la contaminación. Lo que ocurre es que la vida está muy cara y no hay trabajo. Lo que tienen que hacer es dar puestos de trabajo, a ver si baja el paro. Ya verá entonces si la gente viene a la playa a bañarse en verano.»
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