Los ex alcohólicos se lamentan de la falta de apoyo oficial

Organizado por la sociedad Grexales (Granada Ex Alcohólicos Españoles), en colaboración con Cáritas y la Caja General de Ahorros de la provincia, esta tarde será inaugurado en el Auditorio Manuel de Falla, de Granada, el VIII Congreso Nacional de Alcohólicos Rehabilitados, cuyas reuniones y sesiones de trabajo se prolongarán hasta el domingo. Al acto asistirán más de cuatrocientos congresistas de toda España, entre miembros de las distintas federaciones actualmente existentes, médico e invitados. El lema del congreso es «Ascender, difícil; la permanencia, grata».Tras el congreso de Granada, dichas conclusiones serán dirigidas a diferentes Ministerios, recabando el apoyo oficial para conseguir, entre otras cosas, la prohibición de la publicidad de bebidas alcohólicas durante determinadas horas del día, tanto en radio como en televisión, así como el reconocimiento del alcoholismo como una enfermedad epidemiológica, cuya curación debería estar plenamente cubierta por la Seguridad Social. En la actualidad, a una persona no se le puede dar de baja o internar por alcoholismo, a pesar de que el 40% de los ingresos en hospitales psiquiátricos se deben al alcohol.

España es uno de los principales países del mundo productores y consumidores de vino, con unos tres millones aproximados de personas afectadas, en más o menos grado, por el alcoholismo. Como datos a tener en cuenta, más del 13% de los ingresos producidos en centros quirúrgicos son debidos, directa o indirectamente, al alcohol, así como un buen número de accidentes de tráfico. El alcohol es asimismo la segunda causa en importancia del absentismo laboral en nuestro país. Con todo ello, aparte de los costos humanos, los perjuicios económicos provocados por el alcohol en España, de una forma u otra, se elevan a unos 30.000 millones de pesetas, cantidad que supera con creces al dinero que mueven todas las empresas del sector.

Por todo esto, las asociaciones de alcohólicos rehabilitados -que en Andalucía sólo existen, por ahora, en Granada y Almería- consideran el alcohol como «la droga de nuestra cultura, más peligrosa desde todos los puntos de vista que los derivados de la marihuana», y luchan contra tal situación con mucha moral, pero con escasos medios y sin ningún tipo de ayuda o interés oficial.