Interesante actuación de Maribel Atiénzar
Maribel Atiénzar tuvo otra interesante actuación en Las Ventas. Está, en un gran momento de oficio y torería. Ahora bien, la casta de los novillos de Peralta le vino un poco ancha. Estuvo delante de sus novillos con desahogo, fácil y lista; pero no redondeó ninguna faena.A su primer novillo, muy escasito de trapío, lo toreó por verónicas, en las que superó anteriores actuaciones con el capote. Llevó la lidia, una vez más Luque Gago, ángel de la guarda de la torera. Con la muleta empezó muy bien, sobre la derecha se sacó el astado a los medios. Luego no fue capaz de redondear la faena. Hubo detalles, como el pase de pecho hondo, que borda. Citaba al novillo en la distancia adecuada, adelantaba la muleta, se adornaba con garbo. En suma, aunque no hubo la gran faena, aquello respondía a una concepción lógica de la tauromaquia.
Plaza de Las Ventas
Corrida mixta. Cuatro toros del marqués de Villagodio: de gran presencia, mansos y difíciles. Macareno: pinchazo muy bajo, estocada corta baja y atravesada, dos pinchazos y estocada bajísima (bronca). Media estocada (palmas y saludos). Sánchez Cáceres, que confirmó la alternativa: dos pinchazos, estocada corta baja, cuatro descabellos (aviso); dos pinchazos (segundo aviso) y deja transcurrir el tiempo hasta que suena el tercer aviso (el toro es devuelto al corral, gran bronca). Pinchazo, estocada baja y atravesada (bronca). Dos novillos de Peralta, abecerrados, con casta y nobles. Maribel Atiénzar: pinchazo, estocada baja (vuelta). Estocada rinconera de la que sale volteada y descabello (vuelta). Destacaron en la brega Roberto Camarasa y Antonio Luque Gago, y con los palos, Juan Espejo.
Con el sexto volvió a mostrar su interés de mejorar con el capote, dio verónicas y una revolera valiente y embarullada. Tardó en acoplarse con la muleta. El novillo, muy noble, era algo tardo en la arrancada. Mediada la faena, cuajó una gran serie con la derecha, muy templada. Siguió con otra magnífica tanda de derechazos, adornados con el circular y dos pases de pecho muy ligados, uno con cada mano. Ahí alcanzó el punto más alto de su labor el público se le entregó. Pero, Maribel se alargó y los naturales bajaron de tono. Sin embargo, una pelea barriobajera entre dos costaleros, en pleno ruedo, distrajo a los espectadores, que olvidaron la entrega de la torera al matar y su digna labor.
Los villagodios tenían una seriedad apabullante, además fueron mansos y ásperos. Tenían mucho que torear. Requerían toreros más puestos. Macareno, que apenas se viste de luces, y Sánchez Cáceres no estaban para la labor. Pero al menos Macareno la resolvió con decoro. Su primero, con una cabeza astifina impresionante, no tenía un pase. Macareno abrevió y mató a pellizcos. Con el cuarto se lució en unos delantales y en un quite rematado con un recorte garboso. La faena fue muy voluntariosa, aunque el toro le tropezó muchas veces la muleta. Unos derechazos, un pase por alto y un natural aislados en el contexto de la faena fueron de calidad. Mató muy bien y, además, tuvo mérito aguantar al villagodio aparatoso y probón. Macareno, torero fino, que hace muchos años fue una promesa, merece una mejor oportunidad. ¡Qué difícil es volver a ser!
Sánchez Cáceres tuvo una penosa actuación. Su confirmación fue un triste sainete. Despavorido y tembloroso, fue incapaz de enfrentarse a sus dos toros. Carece de la mínima profesionalidad. Culpables de esta lamentable exhibición de impotencia son los que pusieron a este hombre en el cartel. Y menos mal que pudo salir de la plaza por su pie y no acabó aquello en tragedia.
Merece destacarse, porque es muy raro de ver en Las Ventas, que los caballos de picar sirvieron. Se movían de atrás adelante, iban al toro. En fin, que parece ser que ha terminado el espectáculo de los caballos atontados en tablas, protestando continuamente e incapaces de andar hacia el toro.
Babelia
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