Ecologistas alemanes se niegan a la energía eléctrica de origen nuclear
Los antinucleares alemanes han ideado, y llevado a la práctica, con éxito, un nuevo procedimiento de lucha contra las centrales atómicas: el impago de los recibos de la luz en proporción al volumen de energía que las empresas energéticas obtienen del procedimiento nuclear. Tras varios juicios sin éxito en el norte de Alemania Federal, un tribunal de Stuttgart, presidido por una mujer, ha dictado sentencia favorable para dos strobes, nombre popular con el que se conoce en la RFA a quienes se niegan, por razones de principio, a pagar las facturas de la luz.
Ambos, ingenieros, decidieron a primeros de año pagar a la empresa energética solamente la tarifa de luz correspondiente a la energía obtenida en las centrales térmicas e hidráulicas, mientras que la proporcional a la fuerza producida en dos centrales nucleares -Neckerwestheim y Obrigheim- que equivale a un 70% del total, quedaría depositada en una cuenta especial abierta para cooperar con los movimientos antinucleares. La compañía TWS, temerosa de que cundiese el ejemplo de los dos refractarios entre los consumidores de la región de Baden-Wuerttemberg, optó por citarles ante los tribunales.Uno de los dos afectados, Andreas Kleinefenn, tenía un motivo particular para mantener su postura contra el actual programa nuclear, sin garantía suficiente para la salud pública: una hija suya de cinco años, Julia, murió hace dos años de leucemia, producida, según su padre, por radiaciones incontroladas emitidas por la central de Neckarwestheim. El padre de la niña insiste en que, según informes médicos, la leucemia puede ser una consecuencia de las radiaciones atómicas y alega en apoyo de esta tesis que esta es la razón de que el «cáncer de sangre» se considere enfermedad profesional en el ramo de los empleados de las centrales nucleares alemanas.
El tribunal de Stuttgart no ha entrado en análisis de tipo clínico y se ha limitado a otorgar valor moral a los motivos por los que los strobes se niegan a pagar a la compañía energética respectivamente 39,60 y 68,32 marcos. Al leer públicamente la sentencia, la juez fue ovacionada con un gran aplauso por los asistentes al proceso. El ministro de Economía de Baden-Wuerttemberg, el democristiano Rudolf Eberle, ha calificado la sentencia de «falsa».
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