Craxi presenta a los partidos su programa de Gobierno

Existe gran interés en la opinión pública italiana sobre la reacción que podrá tener la Democracia Cristiana (DC) ante el documento político-programático que Bettino Craxi, secretario general del Partido Socialista (PSI) y encargado de formar el nuevo Gobierno, presentó anoche a los partidos.

La Democracia Cristiana había justificado el no a las gestiones de Craxi, diciendo que no le resultaba claro ni el proyecto político, ni el programa de Craxi; los socialistas, para que no quedara nada por intentar, han presentado por escrito este documento en el que queda muy claro cuál es la posición no sólo del presidente del Consejo de Ministros encargado de formar Gobierno, sino de todo el partido «que está unánimemente de parte de su secretario general». Y han hecho saber a la DC que si el rechazo a Craxi es por el hecho de ser socialista, la cosa es aún más grave, ya que puede condicionar las relaciones futuras entre los dos partidos.En un encuentro con los periodistas Craxi dijo que existen todos los elementos para constituir un Gobierno con democristianos, socialdemócratas, republicanos, liberales y socialistas. Pero también dio a entender que la Democracia Cristiana volverá a buscar una excusa para rechazar el proyecto presentado, que prevé un Gobierno para una legislatura completa (cinco años) en un país donde los Gabinetes apenas si duran una media de ocho meses. Según Craxi, con un Gobierno presidido por un socialista, la oposición de los otros partidos de izquierda sería como ya ha anunciado «responsable y consecuente».

Y para que quedase claro lo que él piensa de la reacción de la DC contó una historieta a los periodistas, que por primera vez en una rueda de prensa política rieron con gusto: «Había una vez la hija de una familia pobre que deseaba casarse con el hijo de una familia pudiente. Los padres de éste decían que la niña les gustaba, pero que no la conocían bien y que les hubiese gustado verla desnuda. Para que no quedase nada por intentar, se la enseñaron desnuda. Los padres del chico, que en realidad ya habían decidido que no les gustaba la niña pobre, respondieron costernados: "No nos gusta la nariz." »

Al parecer, será casi imposible que los socialistas puedan aceptar que el encargo pase a un democristiano. Por eso se habla de un nuevo encargo a un «laico». Se piensa en Merzagora, que pasa los ochenta años, o bien de un Gobierno institucional presidido por Fanfani como presidente del Senado y segunda autoridad del Estado con ministros técnicos.